Los hechos que se relataron, ocurrieron en el rancho Izaguirre, en Teuchitlán, Jalisco son todos ciertos, afirmó la señora María de Jesús Solís, integrante del Colectivo Luz de Esperanza.
En un foro organizado por la bancada del Partido del Trabajo (PT) en la Cámara de Diputados, la buscadora habló del testimonio de su hijo Jaime Adrián Ramírez, que en 2017 desapareció y estuvo en ese lugar al que calificó como una “escuela del terror”.
En el rancho Izaguirre, al que también llamó “campo de exterminio”, según relató su hijo, se entrenaba a jóvenes para incorporarse al crimen organizado.
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Adiestramiento y exterminio
Como se difundió ante la opinión pública, se les obligaba a comer carne humana y si querían huir, eran ejecutados con un balazo por la espalda, detalló la activista, al participar junto con representantes de aproximadamente 15 colectivos, en el foro “Personas Desaparecidas: Lucha por la Memoria y la Justicia. Diagnósticos y Propuestas Legislativas”.
Narró que el caso de su hijo, que en 2017 desapareció junto con dos personas trans, fue denunciado ante la Organización de Naciones Unidas (ONU), y pese a ello, el gobierno de Jalisco no ha actuado al respecto.
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Puntualizó que los hechos ocurridos en el rancho Izaguirre se denunciaron hace dos o tres años.
“Teuchitlán nosotros ya lo habíamos dicho y declarado desde hace dos o tres años que empezó nuestra lucha, de que había esos campos de exterminio. Mi hijo desapareció en el 2017 la primera vez y estuvo en esta escuela del terror”, anotó.
Subrayó que las atrocidades cometidas en el lugar, de acuerdo a lo que le contó su propio hijo, que logró salir del lugar al igual que otra persona, son ciertas.
“Es real, yo lo viví cuando mi hijo llegó y lo platicó. Los tres meses de entrenamiento, es real. Él dijo que los obligaban a comer la carne humana y los que se querían ir era un balazo por la espalda. ¿Que los obligaron a matarse entre ellos?, si los obligaron a matarse entre ellos”, relató.
Añadió que la primera vez que su hijo desapareció, quienes operaban en el rancho se llevaron a aproximadamente 15 jóvenes de la misma comunidad, entre los que se encontraban vecinos y conocidos.
“El que los llevó para allá con engaños les decía a las familias que si querían recuperar a sus familiares les cobraba 30 mil pesos. Cuando mi hijo regresa dice mi hijo la frase típica que ustedes han escuchado en entrevistas: si no hay cuerpo no hay delito”, expresó.
La activista añadió que decidió no denunciar la primera desaparición. En esa ocasión, Jaime Adrián le había dicho que se iría a trabajar en una obra en Puerto Vallarta, pero fue a dar al rancho Izaguirre.
La segunda vez que desapareció, agregó, fue en septiembre de 2020, y en ese caso sí se presentó la denuncia ante la autoridad.
Iniciativas en materia de desapariciones
La señora Solís manifestó que el colectivo al que pertenece se ha enfocado a proponer y presentar iniciativas de reforma ante el Congreso de Nuevo León.
Añadió que, en el gobierno anterior, el del gobernador Enrique Alfaro, la cerrazón ante las buscadoras era tal, que eran recibidas con vallas.
Reconoció que en la actual administración del también emecista Pablo Lemus ya se retiraron las vallas y se han llevado a cabo reuniones con él, pero aún se espera que las palabras del gobernante se conviertan en acciones.
Recordó que una de las iniciativas aceptadas en el Congreso local, que impulsó el colectivo al cual pertenece, fue la de crear una comisión especial para la búsqueda de desaparecidos que está a punto de iniciar trabajos.
Agregó que se tiene planeado proponer que los colectivos de buscadores sean considerados grupos vulnerables, para que puedan tener acceso a apoyo en especie, atención médica y otros tipos de ayuda.
Desaparecidos en Jalisco
La ponente indicó que en Jalisco hay 15 mil personas desaparecidas y esa cifra sólo corresponde a los que ha reconocido el Estado.
Los colectivos contabilizan más de 20 mil desaparecidos, y estiman que cada día desaparecen aproximadamente 20 personas.
A nivel nacional, la cifra conocida por los colectivos es de más de 126 mil personas y ésta va al alza.
Cerró su intervención pidiendo que el apoyo expresado por las autoridades en todos los niveles de gobierno y los legisladores federales no quede en palabras.