La Cámara de Diputados cerró el segundo periodo ordinario de trabajo del primer año de la Legislatura.
Para el bloque mayoritario del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), los resultados fueron positivos, mientras que, para la oposición, la Legislatura fue espacio para impulsar la destrucción de las instituciones y el debilitamiento de la democracia.
El presidente de la Mesa Directiva, Sergio Gutiérrez, se declaró contento por haber encabezado los trabajos ordinarios y aunque su cargo termina en agosto, de una vez se despidió del Pleno.
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“Dimos buenas notas acá en la Cámara de Diputados, tuvimos un comportamiento armonioso, creo que fue algo que a mí me deja satisfecho el haber podido generar un buen ánimo en la conducción del proceso parlamentario y aunque tengamos diferencias, los grupos parlamentarios pudimos procesar esas diferencias, hacer que estas se reflejaran en votos y finalmente lograr productos legislativos por el bien de las mexicanas y los mexicanos”, expresó.
Indicó que, si bien los parlamentarios quedaron satisfechos, aún tienen pendientes por desahogar en el periodo o periodos extraordinarios a convocar después del mes de mayo, como la reforma de telecomunicaciones propuesta por la Presidenta de la República y que está en análisis en el Senado.
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Recalcó que existe la posibilidad de que haya más de un período extraordinario.
Balance negativo
En contraparte, los líderes parlamentarios del Partido Acción Nacional (PAN), José Elías Lixa y del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Rubén Moreira, lamentaron que el parlamento esté convertido en una “ventanilla de trámites” del Ejecutivo Federal.
“Esta Cámara tiene una vocación de oficialía de partes en donde lo único que les prioriza es las iniciativas que manda el Ejecutivo y el gran legislador sigue siendo el Poder Ejecutivo”, recriminó Lixa Abimerhi.
Consideró que los miembros de las bancadas mayoritarias incluso han renunciado a promover sus propias iniciativas y agenda, para concentrarse en las propuestas presidenciales.
Para el coordinador Moreira Valdez el balance no fue bueno, ya que se aprobaron reformas y leyes lesivas, regresivas y violatorias tanto de la Constitución como de los derechos humanos.
“Fue un mal periodo para México, un mal año para México porque se destruyó además el Poder Judicial, los órganos autónomos y la mayoría está edificando una dictadura, sé que se suena fuerte la palabra, pero vean ustedes lo que pretenden con la ley de telecomunicaciones”, cuyo contenido rechaza el PRI, recalcó.