Los alacranes, también conocidos como escorpiones, suelen provocar temor debido a su peligrosa picadura y la sorpresa de encontrarlos en lugares inesperados. Aunque su hábitat natural son zonas cálidas, secas y pedregosas, en ciertos momentos pueden acercarse a áreas urbanas e incluso ingresar a los hogares. A continuación te decimos cómo evitarlos.
Este fenómeno ocurre principalmente durante los días de intenso calor, cuando su actividad se incrementa de manera considerable. Por ello, resulta fundamental entender qué factores los atraen al interior de las casas y qué medidas se pueden tomar para evitar su presencia.
¿Qué atrae a los alacranes a las viviendas?
Son varios los motivos que pueden empujar a estos arácnidos a buscar refugio en una casa. En general, se sienten atraídos por tres elementos esenciales: refugio, alimento y condiciones ambientales favorables.
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- Presencia de insectos: Uno de los principales factores es la disponibilidad de alimento. Los alacranes se alimentan de pequeños insectos como cucarachas, grillos, arañas y otros invertebrados. Por lo tanto, si en un hogar existe una plaga de este tipo, también es probable que haya alacranes cerca en busca de presas.
- Refugios oscuros y tranquilos: La luz y la actividad constante no son del agrado de estos animales. Prefieren esconderse durante el día en espacios oscuros, frescos y apartados. Montones de leña, pilas de ladrillos, grietas en las paredes, escombros o rincones poco transitados son algunos de sus escondites favoritos.
- Cambios bruscos de temperatura: Los alacranes son muy sensibles a las condiciones ambientales. Cuando las temperaturas son extremas, tanto el calor agobiante como el frío intenso, buscan espacios donde el clima sea más estable. En los meses de verano, es común que entren en las viviendas en busca de un ambiente más fresco.
¿Cómo evitar que los alacranes entren en casa?
Adoptar medidas de prevención puede marcar la diferencia para evitar convivir con estos peligrosos animales. La estrategia principal es eliminar lo que los atrae y bloquear cualquier posible vía de entrada.
- Limpieza y orden: Una casa limpia, ordenada y sin acumulación de objetos disminuye considerablemente la posibilidad de albergar alacranes. Es fundamental eliminar restos de comida, mantener el pasto corto en jardines y patios, y revisar periódicamente las áreas exteriores donde podrían esconderse.
- Cierre de accesos: Sellar grietas en paredes, pisos y techos, revisar los marcos de puertas y ventanas, y colocar mallas metálicas o alambre tejido en posibles puntos de entrada, como desagües o rejillas, son acciones clave para prevenir su ingreso.
- Control profesional: Si ya se ha detectado la presencia de un alacrán dentro del hogar, o si se reside en una zona donde suelen ser frecuentes, lo más recomendable es contactar a un servicio profesional de control de plagas. Una fumigación adecuada puede eliminar tanto a los alacranes como a los insectos que les sirven de alimento.
Con estas medidas, es posible reducir de manera significativa los riesgos asociados a la presencia de alacranes en el hogar y vivir con mayor tranquilidad.
