VIOLENCIA

Causa en Común alerta que suman casi 15 años de las 'cabezas' en Michoacán, Sinaloa y Chihuahua

El hecho de que no haya un tipo legal que es ‘atrocidades’ implica que no hay un registro oficial. Muchas de las atrocidades que se documentan llevan a la muerte, pero hay otras que no llevan a la muerte.

El reporte nos habla de entre enero y marzo del 25 de 1914 víctimas de atrocidades.
El reporte nos habla de entre enero y marzo del 25 de 1914 víctimas de atrocidades.Créditos: Canva
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En el análisis del Informe: Atrocidades y Eventos de Alto Impacto Enero - Marzo 2025 elaborado por Causa en Común, Rodrigo Peña, director ejecutivo de Seminario sobre Violencia y Paz del Colegio de México alertó que suman “casi 15 años de las ‘cabezas’ en Michoacán, en Sinaloa, en Chihuahua.

El hecho de que no haya un tipo legal que es ‘atrocidades’ implica que no hay un registro oficial. Muchas de las atrocidades que se documentan llevan a la muerte, pero hay otras que no llevan a la muerte.

Estas son de alguna manera invisibles. El reporte nos habla de entre enero y marzo del 25 de 1914 víctimas de atrocidades. La frecuencia de la tortura 338 casos. Todas estas 1914 víctimas de atrocidades entre tortura, mutilación, descuartizamiento y destrucción de cadáveres. Tenemos el 37 por ciento del total registrado en estos tres meses de 2025”.

El investigador resaltó “la frecuencia de casos con desprecio por el cuerpo".

"Justamente el cuerpo como desechable es una constante. 163 casos en Sinaloa, 125 en Guanajuato, Teuchitlán, uno de los 69 casos de atrocidades en Jalisco, una nueva categoría, los centros de exterminio. Hay una especie de corredor Guanajuato, Jalisco, Michoacán, Guerrero, Puebla y entre estos se concentran el 41.8 por ciento de los casos. Si sumamos a los estados de Sinaloa, Chihuahua, Sonora y Quintana Roo, tendríamos 9 de los 32 estados que concentran el 68.5 por ciento del total nacional”, apuntó.

Por su parte, María Elena Morera, presidenta de Causa en Común, comentó que “la estrategia de seguridad ha cambiado. Sin embargo, siguen muchísimos pendientes. Este inicio de sexenio ha sido de una gran violencia y también hemos visto que el gobierno federal lo sigue minimizando".

"La violencia es un instrumento ligado a fines específicos. El grado de violencia que hoy ya tenemos va mucho más allá y necesitaríamos también una política pública en materia de salud mental. Seguimos con la guerra en Sinaloa, el control del crimen organizado en Guerrero, el caso de Teuchitlán. Hoy tenemos muchísimos estados contaminados con un gran número de atrocidades. Sinaloa, Guanajuato, Puebla, Michoacán, Guerrero, Jalisco, Sonora, Morelos, Chihuahua. Estamos viendo un país muy violento. En muy poco tiempo se hizo un país sumamente violento. Tenemos la responsabilidad de exigirles a los gobiernos locales y federales la resolución de los casos que han agraviado a nuestra comunidad”, finalizó.