Tras el retroceso que tuvo México en el Índice de Percepción de la Corrupción (IPC) realizado por la ONG Transparencia Internacional, la presidenta Claudia Sheinbaum rechazó la evaluación otorgada al país.
En Palacio Nacional, la titular del Ejecutivo destacó que, por fortuna, la apreciación de la ciudadanía es distinta.
Refirió que las obras estratégicas del sexenio pasado, la reducción de la pobreza, así como la implementación de programas sociales no hubiera sido posible sin el combate a la corrupción.
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“Afortunadamente, la percepción de la gente es distinta, cómo puede explicarse que la recaudación se duplicó casi del 18 al 24, sin una reforma fiscal, se acabaron los privilegios, se acabó la corrupción, todavía hay espacios donde todavía podemos seguir rescatando recursos, pero hubo un avance muy importante, como se puede explicar las obras estratégicas que se hicieron, los programas de bienestar, la reducción de 9 millones de personas en pobreza, sin una reforma fiscal. Entonces evidentemente lo que hay es un cambio de régimen, del régimen de corrupción y privilegios a un régimen de honestidad”, declaró.
Sheinbaum seguirá 'apretando tuercas'
La mandataria federal agregó que lo que le toca a su administración es seguir apretando las tuercas para cerrar los últimos espacios a la corrupción.
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Aseguró que si persistieran las malas prácticas en esta materia, su antecesor Andrés Manuel López Obrador no hubiera salido bien calificado al final de su sexenio.
“En seis años no se pudo hacer todo, pero nos toca seguir apretando las tuercas (...) Si hubiera habido un régimen de corrupción, Andrés Manuel López Obrador no hubiera salido con una calificación de ocho, de 10”, expresó.
México se ubicó en el lugar 140 de 180 países en el IPC realizado por Transparencia Internacional, razón por la que la presidenta Claudia Sheinbaum emitió estas declaraciones.