El líder de la bancada del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) en la Cámara de Diputados, Ricardo Monreal, perdió la templanza ante preguntas sobre lo ocurrido en Michoacán donde este fin de semana un auto explotó y provocó cinco decesos, y al ser cuestionado sobre las posturas que se atribuyen a integrantes de la oposición que piden la intervención del gobierno de Estados Unidos para reforzar el combate al crimen organizado en el país.
Enojado, como él mismo lo reconoció, el también presidente de la Junta de Coordinación Política calificó como inadmisibles esos dichos.
Dijo que la ignorancia hace creer, y personas que no leen lo consideran, que el gobierno norteamericano puede resolver los problemas de inseguridad en el territorio nacional.
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“Digo, estas voces se han, sabemos que vienen de la oposición”, le dijo el periodista Felipe Barrera.
“¡No, no, no, no, yo hasta ni lo dejo terminar. Nosotros no vamos a aceptar nunca que intervenga Estados Unidos, nunca. Es que la ignorancia nos hace ver que Estados Unidos nos puede resolver, yo no creo en eso Felipe, acabo de escribir un libro, se lo voy a mandar, se llama El Despojo. No tienen idea del daño que le hicieron al país en 1847 los ejércitos norteamericanos. ¡No tienen idea, ningún mexicano de los que no leen, hay que leer para ver!”, dijo, arremetiendo contra quienes consideró “ignorantes” y faltos de lecturas.
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Ofuscado, el legislador dijo a quién lo cuestionó, que su “vehemencia” le hacía pensar que él es “parte de” las personas que afirman que México no puede con la criminalidad y necesita que un gobierno extranjero intervenga.
“No podemos admitir ninguna intervención del gobierno de Estados Unidos en México”, dijo.
“Pero eso no lo propongo yo, diputado”, le aclaró el interlocutor.
“¡Usted lo está diciendo!”, reclamó el parlamentario.
“Estoy diciendo de las voces de la oposición que están insistiendo”, le respondió el comunicador.
“No, yo no coincido en eso, por eso soy tan tajante, por ningún motivo…”, recalcó el coordinador morenista.
“Pero no es una postura mía, diputado”, se le aclaró nuevamente.
“¡Ah bueno, qué bueno que lo aclara!, pero por ningún motivo… la intervención es para nosotros inadmisible (…) Me parece inadmisible, ni siquiera se la admito! La intervención es prácticamente imposible en México, no lo vamos a admitir”, sentenció.
“Pero no es mi postura, diputado”, se le repitió.
“¡Ah bueno, qué bueno que lo aclara porque lo hace con tanta vehemencia que yo creí que usted era parte de… del… Ah, está bien, está bien, pero no, yo sí me molesto con eso, le digo, acabo de escribir un libro, El Despojo (…) es humillante, nada más de leer las páginas de la historia de México en 1847 y 48… ¡se lo voy a mandar!”, recalcó el coordinador parlamentario.
Comió gallo
Menos ofuscado y al percatarse del tono agresivo de sus respuestas, el parlamentario aceptó que estaba de mal humor y “comió pollo” o comió “gallo”.
A su reconocimiento, sumó una disculpa al periodista que con sus preguntas, lo incomodó.
Al finalizar la rueda de prensa en la que se registró el incidente, el legislador se dirigió personalmente al periodista Felipe Barrera, le pidió disculpa y le dio un abrazo para limar asperezas.
