El secretario de Educación Pública, Mario Delgado Carrillo, informó que 93 mil 341 personas mayores de 60 años se inscribieron en 2025 a los servicios de alfabetización del Instituto Nacional para la Educación de los Adultos (INEA). Esta cifra forma parte de la Estrategia Nacional de Alfabetización para el Bienestar Compartido, impulsada por el gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo.
De este total, 28 mil 298 personas ya obtuvieron su constancia de alfabetización, mientras que 65 mil 43 continúan activamente su proceso formativo. El titular de la SEP explicó que cada persona adulta mayor que aprende a leer, escribir o concluye un nivel educativo impulsa a su entorno a valorar la educación como un medio para acceder a derechos.
Mario Delgado detalló, con base en datos de la Dirección de Prospectiva del INEA, que 31 mil 512 personas mayores cursan actualmente la primaria y 37 mil 37 se encuentran estudiando la secundaria. Estas cifras confirman un avance constante en la atención educativa dirigida específicamente a este sector de la población.
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El secretario resaltó un cambio de paradigma importante. Aunque muchas personas creen que por su edad o circunstancias ya no pueden ejercer su derecho a la educación, la realidad es que esta movilización educativa nacional permite que todas y todos lo ejerzan plenamente, sin importar la etapa de la vida.
Mario Delgado destaca los objetivos de la alfabetización nacional
La meta declarada de convertir a México en un territorio libre de analfabetismo busca fortalecer capacidades básicas y ampliar oportunidades de desarrollo. Esto se logra mediante el Modelo de Educación para la Vida AprendeINEA, el cual adapta contenidos y ritmos de aprendizaje a las necesidades de cada persona adulta mayor.
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Por su parte, el director general del INEA, Armando Contreras Castillo, afirmó que estas acciones responden a los principios de la Nueva Escuela Mexicana y del Humanismo Mexicano. Estas políticas cumplen con la instrucción de la presidenta de México de colocar a las personas en el centro de las políticas públicas educativas.
Contreras Castillo resaltó un aspecto fundamental del programa: la participación de personas adultas mayores como asesoras y asesores dentro del propio INEA. Su experiencia y conocimiento no solo aportan valor, sino que fortalecen los procesos de aprendizaje y favorecen la construcción de vínculos entre distintas generaciones.
El esfuerzo reportado por Mario Delgado demuestra que la educación es un proceso continuo. La inclusión de decenas de miles de adultos mayores en el sistema educativo formal representa un paso significativo hacia la justicia educativa y el bienestar compartido que impulsa la actual administración federal.