En la Cámara de Diputados, hubo fast track y madruguete para sacar la reforma en materia de aguas, propuesta por la Presidenta de la República.
El debate inició con el recinto rodeado por tractores de productores del campo inconformes con los cambios y vigilantes de que se aprobaran los ajustes prometidos.
En lo general, la votación fue de 328 a favor de los diputados del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), del Partido Verde (PVEM) y el Partido del Trabajo (PT). En contra hubo 131 votos del Partido Acción Nacional (PAN) y el Partido Revolucionario Institucional (PRI). También hubo cinco abstenciones.
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En lo particular, el bloque mayoritario presentó un paquete de 18 reservas con propuestas de modificación que, defendió el líder morenista, Ricardo Monreal, reafirmarán que la norma no afectará a los productores agropecuarios, sus derechos se respetan y se combaten irregularidades como el acaparamiento y el uso ilícito del agua.
El legislador advirtió que la discusión estuvo marcada por la desinformación y engaños a las organizaciones del campo. Incluso, calificó como injustificadas las movilizaciones registradas en los últimos días.
“Ha privado este día la desinformación e incluso ha provocado la movilización creo yo, de sectores del campo, sin justificación porque quizás ellos no tenían la información de lo que ahora estamos discutiendo”, expresó. Monreal Ávila reiteró que la reforma no representa ningún peligro a la propiedad del agua ni de la tierra, pero sí va contra quienes han abusado del recurso hídrico.
“No hay ningún riesgo de las concesiones de los productores campesinos, ejidatarios, comuneros, pequeños propietarios, no hay ningún riesgo, está a salvo el binomio tierra-agua. No está en riesgo el patrimonio de los campesinos, de los ejidatarios y los comuneros, lo que sí está en riesgo y lo aclaramos, son los acaparadores”, refrendó.
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No hubo consulta indígena
La discusión se encendió cuando el coordinador del PRI, Rubén Moreira, refutó uno a uno los argumentos del morenista, diciendo que los cambios agregados, en el fondo no corrigen los errores de la reforma y son “un engaño”.
Se mantienen disposiciones para quitar el agua a los campesinos a través del Fondo de Reserva de Aguas Nacionales, no eliminan la negativa ficta en el otorgamiento de los títulos de agua, refrendan que las concesiones no serán objeto de transmisión y por arreglos con los “oligarcas”, establecen que quienes podrán vender, fusionar, escindir los títulos, serán las sociedades civiles y mercantiles, no los propietarios en lo individual.
Los priístas sacaron de quicio a los morenistas, al exigirles insistentemente y con respaldo del PAN, presentar la consulta hecha entre pueblos indígenas sobre la reforma a discusión.
“¡Muestren la consulta a los pueblos originarios, muéstrenla, hagan algo, traidores a la patria!, ¡yo también sé gritar!, ¿dónde está la consulta, traidores a la patria?, porque esa es la premisa inicial para discutir eso”, remarcó Moreira Valdez a voz en cuello.
Muy molesto, con el rostro enrojecido y también a gritos, el coordinador Monreal aceptó que no se hizo la consulta referida.
“¡Nunca dije que había sido consultada las comunidades para esta ley!”, admitió.
Las peticiones de confirmar si se consultó a los pueblos originarios para las reformas sobre agua, replicadas por congresistas del PAN y planteadas a la Mesa Directiva, la cual confirmó no tener documento alguno que indique la existencia de ese procedimiento, alteró aún más al bloque mayoritario.
El tema provocó un conato de bronca frente a las curules de Morena y PT, luego de que los panistas se lanzaran hacia ese espacio en el Pleno, para seguir intercambiando reclamos y acusaciones.
Discusión en lo general
Antes, en la discusión en lo general, privó el reparto de acusaciones sobre los intentos de la oposición de frenar el debate, y el empeño del bloque mayoritario de dañar a los productores agropecuarios quitándoles el agua.
Denuncian fast track
Desde el inicio el debate se tensó. Ello, por la presencia de manifestantes rodeando con tractores el Palacio Legislativo. También, por el madruguete aplicado al cambiar el orden del día de la sesión, para posponer el tema de salud y vapeadores, y subir al Pleno el asunto de aguas.
El fast track lo denunció la propia presidenta de la Mesa Directiva, Kenia López, al manifestarse contra la decisión por voto ponderado, del bloque mayoritario en los órganos de gobierno del recinto.
“No acompaño, no comparto, no estoy de acuerdo en que se modifique el orden del día para que esta discusión se adelante. No estoy de acuerdo en este fast track, no estoy de acuerdo en esta modificación, sí hay algunas voces hoy que siguen reclamando no han sido escuchadas”, dijo en la reunión privada de líderes parlamentarios e integrantes de la Mesa Directiva.
La diputada López Rabadán enfrentó fuertes señalamientos y una andanada de reclamos por haber reclamado el fast track y permitir dos mociones de la oposición.
Aceptó la petición del PRI de abrir el tablero para votar el cambio en el orden del día, con el fin de mostrar el voto a favor de Morena y fracciones aliadas.
Los integrantes de esas bancadas se molestaron porque el sentido de su voto fue exhibido públicamente.
No al acceso a productores del campo
El segundo motivo de reclamos a la diputada presidenta, fue haber revelado el resultado de la consulta que el coordinador Rubén Moreira hizo a la Mesa Directiva, para determinar si se permitía el acceso de productores que se encontraban afuera del recinto, a fin de que observaran la discusión desde la zona de invitados del Salón de Sesiones.
Se ganó una carretada de señalamientos por informar ante la asamblea, que la bancada del Partido Verde (PVEM) y en consecuencia sus aliados y con voto ponderado, rechazaron permitir el acceso al Pleno a productores agropecuarios.
El coordinador del Partido del Trabajo (PT), Reginaldo Sandoval, afirmó que los manifestantes llegaron a San Lázaro con todo y tractores, de la mano de las bancadas de oposición.
Reforma de aguas no afecta a productores
Para desacreditar el discurso de la oposición sobre lo dañino de la reforma, el coordinador Monreal enfatizó que la mayoría en San Lázaro nunca actuará contra los productores del campo, pero sí va contra aquellos que lucran con el agua.
“Que nunca vamos a actuar contra productores, pequeños propietarios, ejidatarios, comuneros y que no hay una sola disposición, un solo artículo que afecte a las comunidades, al contrario, reforzamos sus derechos (…) eso sí, vamos a denunciar a los acaparadores, a los que monopolizan el agua, vamos a ser muy fuertes en todos aquellos que han hecho del agua una mercancía y un negocio”, sentenció.
A lo largo de las exposiciones de morenistas y petistas, se repitieron los señalamientos hacia la oposición, por el tema del acaparamiento. En los discursos hubo menciones hacia el expresidente Vicente Fox y el expriísta y exgobernador de Chihuahua, César Duarte, por acumular títulos de concesión.
Desde el bloque opositor se respondió señalando a la ministra en retiro de la Suprema Corte y diputada federal de Morena, Olga Sánchez Cordero.
Reforma de aguas
Al exponer el dictamen, la presidenta de la Comisión de Recursos Hidráulicos, Elizabeth Cervantes reiteró que todos los productores que pidieron ser escuchados, fueron atendidos.
Señaló que la reforma es histórica, reconoce que el agua no puede ser tratada como mercancía, transforma el régimen del agua en el país. Se garantiza certeza jurídica con un sistema de concesiones más ordenado y transparente con el fin de frenar el acaparamiento y la sobreexplotación del agua.
Calificó como un avance la creación del Registro Público Nacional de Agua, que permitirá poner fin a los abusos y uso opaco del recurso. El sistema de concesiones y asignaciones se reordena para hacerlo “claro, expedito y transparente”.
Enfatizó que cuando se transmita la propiedad de la tierra vinculada a títulos de concesión de agua, el nuevo propietario no perderá ningún derecho, porque conservará los derechos de explotación, uso o aprovechamiento. Los volúmenes del Fondo de Reservas de agua se asignarán privilegiando el derecho humano al agua y la producción de alimentos.
Agregó que la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) contará con un órgano interno de vigilancia. Habrá cero tolerancia a la contaminación del agua, dijo, ya que se prohibirá la entrega de concesiones del recurso sobre cauces o vasos y zonas federales, para desechar residuos mineros.
La norma fomentará el reúso de aguas residuales tratadas y no tratadas; quien ahorre agua no será “castigado” con la reducción de volúmenes. En cuanto a las sanciones, manifestó que serán claras y objetivas para quienes contaminen, derrochen y exploten ilegalmente el agua.
Añadió que el “binomio” tierra-agua se mantiene sin afectaciones. Cerró su intervención afirmando que el agua dejará de ser un botín político y económico.