Morena y sus aliados políticos en el Senado aplicaron la aplanadora y recurrieron nuevamente al fast track, esta vez para aprobar, sin modificaciones, la minuta de la Cámara de Diputados sobre la Ley de Aguas.
En un procedimiento express, con 85 votos a favor y 36 en contra, los senadores del oficialismo dieron luz verde al proyecto enviado apenas unas horas antes por los diputados, en medio de un debate que por momentos se tornó ríspido.
La discusión inició con un roce entre legisladores de Morena y el coordinador del PAN, Ricardo Anaya, quien criticó el nuevo esquema de concesiones y los acusó de querer tener el control político y a los campesinos arrodillados.
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Ricardo Anaya advirtió que Morena miente al decir que va en contra de los acaparadores. Indicó que, si bien se ha señalado a algunos panistas, también entre los senadores del oficialismo hay un beneficiario de las concesiones que concentra grandes volúmenes de agua.
De inmediato, el coordinador de Morena, Adán Augusto López, respondió a los señalamientos del panista, a quien acusó de tener un trauma desde las elecciones de 2018.
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OPOSICIÓN ACUSA A MORENA DE QUERER CENTRALIZAR EL PODER
Durante el debate, legisladores de oposición recalcaron que Morena sólo busca centralizar el poder con una legislación que da la espalda a los campesinos.
La senadora por el PAN, Mayuli Martínez, aseguró que el partido guinda es la peor plaga para el campo mexicano.
En tanto, la senadora por el PRI, Mely Romero, recalcó que Morena está materializando la más grande traición a la nación.
A las críticas se sumó el senador por Movimiento Ciudadano, Néstor Camarillo, quien subrayó que esta legislación da la espalda a los campesinos y sólo agrava la crisis hídrica del país.
Al final, en mucho menos tiempo de lo que tomó a la Cámara de Diputados, el Senado avaló el dictamen que fue remitido al Ejecutivo para su publicación en el Diario Oficial de la Federación.