Un supuesto complot para asesinar a la embajadora de Israel en México, frustrado gracias a la intervención de Estados Unidos y la colaboración mexicana, ha desatado una serie de agradecimientos y negaciones que dejan más preguntas que respuestas.
El analista Ezra Shabot, en conversación con Manuel López San Martín en MVS Noticias, ha desentrañado los hilos de esta compleja trama, revelando una cronología de eventos que desafía la narrativa oficial.
La diplomacia internacional a menudo se mueve en las sombras, pero rara vez las contradicciones son tan flagrantes como las que rodean un reciente incidente que ha puesto a México en el centro de una intriga geopolítica.
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La sombra de Irán: Un complot en Caracas
El origen de esta controversia se remonta al conflicto en Medio Oriente, donde Irán "pretende la destrucción del Estado de Israel". Irán ha sido "acusado abiertamente por la comunidad internacional de haber ocasionado los atentados, primero contra la embajada de Israel en Buenos Aires en 1992 y después contra la comunidad judía de Buenos Aires conocida como Amia el 18 de julio de 1994".
En medio de la guerra actual, "el gobierno o las Fuerzas Armadas israelíes destruyeron la embajada iraní en Damasco". Como respuesta, "el gobierno iraní había dicho que se iba a vengar de esa acción israelí".
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Según las revelaciones, "de la embajada iraní en Caracas es de donde surge, digamos, todo este complot para asesinar a Einat Kranz Neiger", la embajadora de Israel en México.
¿Qué pasó realmente con la embajadora de Israel?
La acción para contener esta amenaza fue manejada "tras bambalinas". "El gobierno mexicano había conseguido abiertamente comunicándose con los Estados Unidos para contener el complot".
Sin embargo, "alguien en Estados Unidos, del Departamento de Estado norteamericano o de todas las agencias que reportan este esta acción, dicen, 'al funcionario de la Administración norteamericana'". Esta persona "recibió orden para hacer pública la operación y poner al descubierto la colaboración entre el gobierno norteamericano, por supuesto la embajada de Israel en México y también lo que sería el gobierno mexicano que, consigue neutralizar una acción proveniente del gobierno iraní".
Tras la revelación estadounidense, "a Israel no le queda otra más decir, pues muchas gracias al gobierno mexicano por haberlo hecho". El embajador de Israel "ya lo dijo en varias entrevistas, que en efecto hubo la intención de asesinarla por parte de la guardia revolucionaria de Irán".
En contraste, "el gobierno de México hace unos minutos con un comunicado sale a decir que no tienen idea de lo que les están hablando, que no cuentan, lo voy a citar textual, no cuentan con reporte alguno respecto a un supuesto atentado en contra de la embajadora de Israel en México". Este comunicado se tardó "como 7 horas en sacar".
La contradicción mexicana: ¿Política exterior descoordinada?
La postura de México ha generado una profunda confusión. "Te agradecen que frustres un atentado y luego dices que no tienes idea del atentado", dijo Ezra Shabot.
La situación se interpreta como un intento de México de "jugar a tratar de quedar más o menos bien con los americanos y cerrar la frontera para la migración y el tema del crimen y la negociación del tratado de México, Estados Unidos y Canadá". Al mismo tiempo, busca mantener una postura de "solidaridad" con países como Venezuela y Cuba, lo que se traduce en una "política exterior bastante descoordinada, desorganizada".
El episodio del supuesto atentado contra la embajadora de Israel en México y la posterior negación del gobierno mexicano, subraya una política exterior que, según Shabot, "no puedes jugar en la diplomacia a tratar de estar con un pie en un lado y otro en otro lado y que en los dos lados te reconozcan o te hagan caso". La contradicción entre el agradecimiento de Israel y la negación de México deja un panorama de incertidumbre y cuestionamientos sobre la coherencia y la transparencia de la diplomacia mexicana.
