El gobierno de México afirmó que otorgó asilo diplomático a la ex primera ministra del Perú, Betssy Chávez Chino, en pleno apego al derecho internacional.
Tras la decisión de Perú de romper relaciones diplomáticas con México por esta medida, la Secretaría de Relaciones Exteriores informó que la exfuncionaria peruana denunció haber sido objeto de reiteradas violaciones a sus derechos humanos, como parte de una persecución política del Estado peruano.
La dependencia afirmó que, conforme a la Convención de Caracas, el único facultado para calificar la naturaleza de la persecución contra solicitantes de asilo es el Estado que lo otorga, en este caso, México.
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Resaltó que, tal como lo establece la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas, el otorgamiento de asilo no puede ser considerado un acto inamistoso por ningún otro Estado.
Por ello, rechazó la decisión unilateral del Perú, “al ser excesiva y desproporcionada” frente a un acto legítimo de México y apegado al derecho internacional, que no constituye en modo alguno una intervención en los asuntos internos de ese país.
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La Cancillería destacó que México “seguirá fiel a su tradición humanista de defender los derechos humanos y de brindar protección a personas perseguidas por razones políticas”, además de que “siempre privilegiará el diálogo y la solución amistosa de controversias”.