La diplomacia mexicana atraviesa un momento de particular tensión, especialmente en su relación con Perú. El analista Fausto Pretelín, en entrevista con Manuel López San Martín ha señaló un creciente aislamiento de México en la región, una situación que contrasta con el interés del presidente López Obrador por Latinoamérica y la reivindicación de los pueblos originarios.
La reciente decisión de México de otorgar asilo a Betsy Chávez, ex-premier del expresidente peruano Pedro Castillo, ha sido un catalizador de esta crisis, llevando a Perú a declarar embajadores no gratos y a cuestionar la postura mexicana.
¿Quién es Betsy Chávez y su rol en la crisis?
Betsy Chávez, quien fuera la premier de Pedro Castillo en Perú, se encuentra actualmente en la embajada mexicana en Lima, habiendo recibido asilo por parte de México. Su figura es central en la disputa diplomática, ya que, según Pretelín, "desde el 2023 fue señalada por la justicia peruana como corresponsable del autogolpe de Estado que dio Pedro Castillo". Esta acusación la sitúa en el centro de un proceso judicial en Perú, lo que complica la interpretación de su situación.
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La decisión de México de otorgar asilo a Chávez ha provocado una fuerte reacción por parte del canciller peruano, Hugo Sela, quien, según Pretelín, "habla de que México vive en una realidad paralela, paralela desde el caso de Pedro Castillo".
Fausto Pretelín describe la actual política exterior mexicana como una "diplomacia dogmática", donde "tú utilizas los dogmas, las ideologías para supuestamente defender las causas".
En este contexto, la figura de Pedro Castillo, y por extensión la de Betsy Chávez, se habrían instrumentalizado. Pretelín critica esta aproximación, señalando que "si yo puedo explotar a Pedro Castillo porque es un indígena, profesor rural que se pone sombrero y lo uno a mi movimiento, yo estoy reforzando el movimiento de Morena, que es lo que hizo López Obrador". Sin embargo, advierte sobre las consecuencias de ignorar las acusaciones de corrupción.
La situación de Betsy Chávez y el asilo otorgado por México no solo profundizan la brecha con Perú, sino que también, según Pretelín, "genera mucha controversia entre los auténticos embajadores del servicio exterior mexicano que muchos quisieran hablar, pero no pueden".
Esta crisis diplomática, que se suma a un "mal momento la diplomacia mexicana", augura un largo camino para la recuperación de las relaciones bilaterales y la credibilidad internacional de México.