La Fiscalía General de la República (FGR) busca procesar penalmente, 31 años después, a Jorge Antonio Sánchez Ortega por el homicidio del excandidato presidencial del PRI, Luis Donaldo Colosio Murrieta, lo anterior a pesar de que el exagente del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (CISEN) fue detenido en 1994 por dicho crimen; sin embargo, al día siguiente fue liberado, pues se demostró que no fue el supuesto segundo tirador.
El 23 de septiembre de este año, la Fiscalía Especial en Investigación de Delitos Cometidos por Personas Indígenas y en Investigación de Delitos Sociales y Políticos del Pasado solicitó al Juzgado Cuarto de Distrito en Materia Penal la orden de aprehensión contra Sánchez Ortega por el delito de homicidio calificado en agravio de Colosio Murrieta, dentro de la averiguación previa SE/003-BIS/95.
Para sustentar su petición, la FGR presentó 43 discos compactos con pruebas entre las destacan noticieros televisivos, y un video con la evaluación que se le practicó a Jorge Antonio el 15 de octubre de 1997.
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Sin embargo, fuentes cercanas al caso reiteraron a MVS Noticias que solo hubo un tirador: Mario Aburto Martínez.
Al respeto, explicaron que la ojiva recuperada en el lugar del atentado (que fue la que atravesó en sedal el abdomen del excandidato presidencial y corresponde a la segunda detonación) fue disparada por el revólver de Aburto, ya que la comparativa del rallado balístico de la ojiva con el cañón del revólver, corresponden perfectamente.
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Mencionaron que Aburto hizo dos disparos: el primero a la cabeza de Luis Donaldo; la bala jamás se recuperó, y el segundo impactó en el abdomen del candidato cuando su cuerpo estaba prácticamente en el suelo, esa bala es la que se encontró en el lago hemático.
Indicaron que a diferencia de una pistola escuadra, que expulsa los casquillos cuando es accionada, en el revólver los casquillos se quedan en el cilindro. En el arma que se le aseguró a Aburto Martínez se encontraron cuatro cartuchos, dos útiles y dos percutidos.
Los análisis balísticos en las comparativas de marcas dejadas por el percutor en la base de cada uno de los dos casquillos percutidos, confrontadas con la marca que deja el percutor del revólver de Aburto, resultaron positivos.
Finalmente, refirieron que solo en Mario Aburto y su arma confluyen momento y circunstancias de ejecución del atentado, mientras que Jorge Antonio Sánchez Ortega jamás estuvo a una distancia tan corta, ni cerca siquiera de Luis Donaldo Colosio, al momento del atentado.
