Un dron con explosivos sobrevoló la comunidad de La Tuna, en Badiraguato, justo cerca de la casa de Consuelo Loera, madre de Joaquín “El Chapo” Guzmán. Las autoridades federales confirmaron el hecho y de inmediato se generó alerta en la zona. Vecinos reportaron ver el aparato y sentir preocupación por la cercanía del ataque.
Afortunadamente, no se registraron personas heridas, pero el incidente mostró un nivel de alto riesgo. La cercanía del dron a la vivienda y la utilización de explosivos evidencian que este tipo de ataques se están volviendo más audaces y sofisticados.
Dron con explosivos ataca el bastión de 'El Chapo' en La Tuna
El dron, que al parecer llevaba explosivos caseros, fue lanzado por un grupo rival que busca controlar la sierra sinaloense. Aunque nadie resultó herido, el estallido generó miedo entre los vecinos y obligó a la movilización de las fuerzas de seguridad, que mantienen vigilancia constante.
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El suceso ocurrió en el corazón del Triángulo Dorado, una región conocida por la actividad de cárteles y enfrentamientos recientes que han obligado a algunas familias a abandonar sus hogares. La presencia de drones armados aumenta la sensación de peligro en la comunidad.
El gobernador Rubén Rocha explicó que este tipo de ataques ha causado movimientos repentinos de personas en Badiraguato y que las autoridades han intensificado la supervisión para controlar la situación. Las acciones buscan prevenir nuevos incidentes y proteger a los habitantes de la zona.
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Durante los operativos, las fuerzas federales y estatales lograron asegurar algunos drones con explosivos, aunque no se confirmó si estaban vinculados directamente al ataque en La Tuna. La vigilancia continúa para evitar más riesgos.
Además, analistas de seguridad advierten que estos drones representan una amenaza creciente, ya que los grupos criminales los usan para intimidar rivales o controlar territorios, lo que mantiene a la población local en constante alerta.
Violencia y control en Badiraguato
La sierra de Badiraguato en Sinaloa ha estado en un constante conflicto, porque diferentes grupos del crimen organizado pelean por controlar rutas y zonas estratégicas. Esto significa que los enfrentamientos y los incidentes, como el ataque con dron, son más frecuentes y generan alarma en los pobladores y autoridades.
Los peritos federales continúan revisando el ataque para descubrir qué tipo de explosivo se utilizó y de dónde vino. Estos análisis son importantes para entender cómo ocurrió el ataque y evitar que vuelva a pasar algo similar.
En esta región, distintos grupos del Cártel de Sinaloa tienen influencia sobre el territorio. Entre ellos, Los Chapitos, que son los hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán, controlan gran parte de las rutas y comunidades, lo que les da poder sobre la zona.