Hace algunas semanas, vecinos de la avenida La Salle en Durango se llevaron un gran susto al notar un líquido rojizo que salía de una alcantarilla. La alerta provocó la rápida movilización de cuadrillas municipales y de personal de salud y medio ambiente, quienes llegaron al lugar para investigar el origen del derrame y descartar riesgos inmediatos para la población.
En medio de la investigación, Rogelio Soto Ochoa, presidente de la Unión Ganadera Regional de Durango, alertó sobre el peligro de los mataderos clandestinos. Explicó que en algunos de estos lugares se vende carne de caballo haciéndola pasar por res, lo que no solo representa un fraude a los consumidores, sino también un riesgo serio para la salud de quienes compran carne sin saber su verdadera procedencia.
Rastro clandestino en Durango y peligro para los consumidores
Autoridades de Durango detectaron que un predio estaba operando como rastro ilegal, y de allí provenía el líquido rojizo que llamó la atención de los vecinos. Al revisar el lugar, encontraron restos de animales y sangre fresca, aparentemente de caballos, aunque aún falta confirmación de los análisis oficiales. Todo indica que las instalaciones carecían de permisos y no cumplían con ninguna norma sanitaria.
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Saúl Fernández Saracho, comisionado de Coprised, dijo que su equipo constató que se sacrificaban animales sin ningún control. Por eso, se abrió una investigación y se notificó al dueño del predio, quien podría enfrentar multas o sanciones. Las autoridades aseguraron que no hubo riesgo para el agua potable, ya que el líquido solo llegó al drenaje, y pidieron a los vecinos reportar cualquier actividad similar.
Rogelio Soto Ochoa, presidente de la Unión Ganadera Regional de Durango, advirtió que cerca del 20% de la carne que se vende en el estado podría provenir de caballos sacrificados de manera ilegal. Esto no solo representa un riesgo para la salud de quienes la consumen, sino que también afecta a los productores que cumplen con la ley y pagan sus permisos.
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Tras el operativo, las autoridades aplicaron multas que superan los dos millones de pesos y mantienen vigilancia constante para evitar que este tipo de prácticas se reproduzca en otras partes del estado o en entidades vecinas.
¿La carne de caballo es peligrosa?
Consumida de manera legal y de animales sanos, la carne de caballo no es dañina. De hecho, es rica en proteínas, baja en grasa y contiene bastante hierro, por lo que puede ser parte de una dieta nutritiva. El verdadero riesgo aparece cuando se vende de manera ilegal o mezclada con carne de res sin que el comprador lo sepa, lo que convierte un alimento saludable en un problema potencial.
El principal peligro viene de la falta de control sanitario, ya que si los animales se sacrifican sin inspección, en condiciones sucias o con restos de medicamentos, la carne puede causar enfermedades. Este tipo de fraude afecta tanto la salud de los consumidores como su bolsillo, porque se paga un producto que no es lo que parece.
Físicamente, la carne de caballo se distingue por su color rojo intenso y un tono más oscuro que la de res. Su textura es más fina y menos fibrosa, y contiene menos grasa, que suele verse amarilla. Además, tiene un brillo especial que la hace parecer más húmeda y jugosa.
La diferencia de precios ha incentivado este fraude, pues mientras la carne de res se vende en promedio a 200 pesos por kilo, la de caballo se ofrece en 70 pesos. Este margen económico ha generado un mercado clandestino que afecta la economía de los compradores y pone en riesgo la confianza en los productos cárnicos locales.