El Día de Muertos se acerca y con él una de las celebraciones más queridas en México, donde las familias se preparan para honrar a quienes ya no están. Esta fecha no solo está llena flores y pan de muerto, sino que representa un momento especial para abrir las puertas del hogar a los recuerdos y reencontrarse, aunque sea por un instante, con las almas que regresan a visitar.
Más allá de ser una costumbre, montar la ofrenda de Día de Muertos es un acto de amor y memoria. Cada vela, fotografía y platillo tiene un significado profundo, pues son los elementos que guían y agasajan a los difuntos durante su visita al mundo terrenal. Pero, ¿cuál es el día correcto para colocarla? Aquí te contamos cuándo y por qué hacerlo para que tu altar esté listo a tiempo.
Fechas para colocar la ofrenda de Día de Muertos
La tradición del Día de Muertos combina raíces prehispánicas con costumbres católicas, lo que hace que cada altar tenga un toque particular según la región. Algunos incluyen juguetes, calaveritas de azúcar o bebidas favoritas, mientras que otros agregan elementos típicos del lugar.
Te podría interesar
Aunque la celebración más conocida es el 1 y 2 de noviembre, muchas familias comienzan a preparar sus altares desde finales de octubre. Esto se hace para que todo esté listo cuando se cree que las almas regresan a visitar a sus seres queridos. Tener el altar preparado con tiempo permite recibirlas con flores, comida y objetos que les gustaban en vida, respetando la tradición.
Según la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, se recomienda tener la ofrenda lista desde el 27 de octubre, ya que ese día se cree que llegan las almas de quienes murieron en circunstancias trágicas, como accidentes o violencia. Los elementos del altar, como las velas y la comida, se colocan para guiarlos y recibirlos con respeto.
Te podría interesar
Los días 30 y 31 de octubre se dedican a los niños que fallecieron antes de ser bautizados. En estas fechas, las ofrendas suelen incluir juguetes, dulces y elementos blancos, símbolos de inocencia, con el fin de honrar su memoria y demostrar que también se les recuerda con cariño y atención especial.
Finalmente, el 1 de noviembre corresponde a los niños que murieron, mientras que el 2 de noviembre está reservado para los adultos. En estos días, los altares se llenan de colores, aromas y sabores que representan la vida de quienes ya no están, creando un espacio para la reflexión y la conexión simbólica entre las familias y sus seres queridos.
El significado de la ofrenda de Día de Muertos
La ofrenda es como un puente entre quienes estamos y quienes ya se fueron. No se trata solo de poner cosas bonitas, sino de crear un espacio lleno de recuerdos, cariño y respeto, donde cada objeto tiene su razón de estar ahí. Cada familia puede adaptarla, agregando detalles que hablen de la personalidad o gustos de sus seres queridos.
Entre los elementos básicos están las velas, que iluminan el camino de las almas; el incienso, que limpia y purifica el ambiente; y el agua, para saciar la sed del difunto tras su viaje. La sal ayuda a que el espíritu se mantenga protegido, mientras que el cempasúchil guía su llegada al altar.
Además, no pueden faltar el pan de muerto, los alimentos favoritos y el papel picado, que representa el aire, uno de los elementos que completan esta tradición.