La Arquidiócesis Primada de México llamó a aprovechar la clausura de los Juegos Olímpicos de Paris 2024 para reflexionar sobre el papel fundamental que el deporte juega en la construcción de una sociedad más justa y pacífica y como se puede utilizar en una herramienta contra la violencia y los vicios.
En la editorial del semanario Desde la Fe resaltó que el deporte tiene el poder de unir a las comunidades, fomentar valores y canalizar su energía y talento, lo que reduce significativamente el riesgo de que caigan en las garras de la violencia y la delincuencia, y al mismo tiempo, se construyen lazos de amistad y solidaridad, fundamentales para contrarrestar la desconfianza que a menudo permea en gran parte del territorio nacional, golpeado por grupos criminales.
Para lograr este objetivo, es crucial que el gobierno, la iniciativa privada, las instituciones educativas y demás actores sociales, prioricen el acceso a instalaciones deportivas y la creación de programas que integren a la mayor cantidad posible de niños y jóvenes, sin importar su contexto socioeconómico.
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La formación de atletas no sólo en lo físico, sino también en lo emocional y social, contribuirá a formar ciudadanos responsables y comprometidos con su comunidad y con su país.
El aspecto espiritual también es vital para formar deportistas íntegros, y en ese sentido, es responsabilidad de la Iglesia trabajar de la mano con las distintas instancias promotoras del deporte.