En la sede del Congreso del estado de Chiapas, durante el cuarto foro de debate sobre la reforma judicial, organizado por la Cámara de Diputados, hubo respuesta de la representación de Morena en el Legislativo, al llamado al diálogo hecho por la presidenta de la Corte, Norma Piña.
El coordinador morenista en el Senado, Ricardo Monreal, reprochó a la ministra Piña Hernández que, al pedir diálogo al Presidente saliente y la virtual Presidenta electa, se haya olvidado del Legislativo. Monreal Ávila afirmó tajante que el diálogo ya se está llevando a cabo y es el que organizan los legisladores federales.
“Cuando ayer escuché a la ministra presidenta de exigir o plantear un diálogo al Presidente de la República en funciones, al licenciado López Obrador y a la Presidenta virtual, Claudia Sheinbaum, ella omitió dirigirse y convocar a quienes nos toca decidir, el Legislador. El Poder Legislativo es el órgano reformador y es quien está facultado para deliberar, pero el diálogo aquí está”, atajó.
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Cuando el mandatario federal saliente propuso la reforma, terminó su papel en el asunto, mientras que la Presidenta electa se encargará de gobernar, cuando asuma el puesto, y al Legislativo, remarcó le tocará deliberar, perfilar modificaciones en caso de que sean necesarias y aprobar el proyecto.
Diálogo con protestas
En medio de protestas de trabajadores del Poder Judicial en Chiapas, mientras se realizaba el foro de debate, el morenista dijo que los empleados están equivocados, porque la reforma propuesta en ningún momento violenta sus derechos.
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Incluso atribuyó las manifestaciones a la presencia en el foro, del ministro de la Corte, Javier Láynez, y de Celia Maya García, integrante del Consejo de la Judicatura Federal.
“Y de veras es la primera vez que en los cuatro foros tenemos una protesta de los trabajadores, quizás porque vino usted o también Celia, pero no tienen razón los trabajadores porque ¡no hay ninguna norma que afecte a los trabajadores, no hay, no afectamos a los trabajadores en lo más mínimo”, enfatizó.
Gobierno de los jueces
Al iniciar su presentación, Monreal Ávila centró sus críticas en el Poder Judicial y explicó que la reforma se propuso, para poner freno a la invasión de facultades en que ha incurrido, al suspender la aplicación de leyes y políticas públicas, argumentando entre otras irregularidades, fallas en el procedimiento parlamentario.
Dijo que los jueces, ministros y magistrados han actuado con arrogancia, poder, prepotencia, nepotismo y han caído en el aislamiento social y a ello se debe el déficit de justicia en el país, que se ha extendido hasta llegar a un punto “insostenible”.
Arremetió contra el Judicial por emitir fallos que intervienen en decisiones del Legislativo y el Ejecutivo.
Ha asumido un papel que rebasa sus capacidades constitucionales, al anular decisiones de los otros Poderes, “desencadenar” una lucha entre la sociedad e incluso, dictar ordenes referentes a la elección de personas a cargos públicos.
“Por eso tenemos el mandato de imponer límites antes de que sea demasiado tarde, y este órgano de justicia no debemos permitir que se convierta en un auténtico supremo poder conservador”, sentenció.
Afirmó que el país no puede ir hacia la “dictadura judicial” o “critocracia”, porque es una forma de “gobierno” donde los otros poderes quedan sometidos al juzgador
Como ejemplo, el legislador refirió que el “gobierno de jueces” más famoso de la historia fue el que juzgó y condenó a Jesús a morir en la cruz. “Fue legal pero no legítimo” y por ello, Poncio Pilatos se lavó las manos.
Cuestionó si un juez puede revertir reformas aprobadas por la mayoría parlamentaria y decirles cómo legislar, o si puede sustituir a un legislador y hasta frenar políticas públicas.
“La vacuna” contra la critocracia es elección popular, al someter la legitimidad de las decisiones judiciales al voto ciudadano, los tres poderes estarán homologados", subrayó.