Este miércoles se difundió en diversas publicaciones periodísticas que en el examen toxicológico practicado al Obispo Emérito de la diócesis de Chilpancingo, Salvador Rangel, se habrían hallado restos de benzodiacepinas y cocaína.
De acuerdo con fuentes policiales, el obispo ingresó al nosocomio a las 10:00 horas del domingo, luego de ser encontrado “en establecimiento público, con deterioro neurológico a expensas de estupor", siendo trasladado por la Cruz Roja desde un hotel ubicado en una comunidad indígena al norte de Cuernavaca al nosocomio.
A pesar de que la primera línea de investigación de la Fiscalía de Morelos era un secuestro, el Poder Ejecutivo ha contradicho esa versión, ya que, hasta el momento no se tiene algún indicio o testigo que pueda confirmarlo.
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Además, hasta el momento la Diócesis de Cuernavaca no se ha pronunciado al respecto.
Únicamente han convocado a la firma del compromiso por la paz Morelos para este viernes 3 de mayo en el claustro de la catedral.