Sin discusión alguna, el Senado de la República avaló una reforma para imponer de dos a seis años de prisión a quien realice las llamadas terapias de conversión sexual.
Con 77 votos a favor, 4 en contra y 15 abstenciones, el pleno de la Cámara Alta dio luz verde al proyecto enviado por la Cámara de Diputados que considera las terapias de conversión sexual como una práctica que menoscaba la integridad de las personas.
En este sentido, la reforma prevé que la pena se incrementará al doble cuando las conductas tipificadas se realicen en contra de menores de 18 años, adultos mayores o personas con alguna discapacidad.
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Cuando se trate del padre, madre o tutor de la víctima la persona que incurra en las conductas sancionadas, se les aplicarán las sanciones de amonestación o apercibimiento a consideración del juez.
Además, cuando la persona autora tenga una relación laboral o cualquier otra que implique subordinación, se castigará con la destitución e inhabilitación para desempeñar el cargo hasta por un tiempo igual a la pena impuesta.
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El dictamen aprobado establece que bastará la presentación de una denuncia para iniciar la investigación de los hechos que revistan las características del delito al que este precepto se refiere.