En la Cámara de Diputados, la bancada del PRI hizo un llamado a la fracción de Morena y sus aliados a votar, la siguiente semana, la reforma laboral que reducirá la jornada de 48 a 40 horas.
Los morenistas tienen en sus manos la decisión de llevar al Pleno ese tema de inmediato, o mantener el reno, remarcó el coordinador priista Rubén Moreira.
“Discutir la jornada laboral de 40 horas, ustedes saben que se labora normalmente de lunes a sábado o cinco días de trabajo por uno de descanso. Hay una iniciativa ahí en la Cámara para que sean dos días de descanso o sea, laborar cinco y que te paguen siete”, recordó, en referencia al dictamen aprobado en la Comisión de Puntos Constitucionales del recinto y que hace meses está en la Mesa Directiva de la Cámara, esperando subir a debate al Pleno.
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Reducción de la jornada laboral, gradual
Reconoció que el dictamen existente debe modificaciones para que su aplicación sea gradual, de otro modo, afectará seriamente a pequeños empleadores.
“Con gradualidad, porque hay que ver que muchos negocios al principio tal vez no puedan ofrecer este esquema, con gradualidad, con apoyos fiscales. Yo espero que Morena, que tiene la mayoría y que toma la decisión de qué es lo que se va a turno, pues ya decida que esta semana lo votemos”, subrayó Moreira Valdez.
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El congresista fue entrevistado en Hidalgo, en el marco de un foro regional de análisis de las iniciativas de reforma constitucional presentadas por el Presidente y otros proyectos de legisladores de distintas bancadas.
Allí, en presencia del secretario técnico de la Junta de Coordinación Política, el coordinador priista pidió que se analice en términos técnicos, si las iniciativas del Primer Mandatario que no se voten esta Legislatura podrán heredarse a la siguiente, en el entendido de que, lo que no se apruebe en una Legislatura no puede quedar para la otra.
Ello, en el contexto de los señalamientos del Primer Mandatario respecto a que los proyectos que no puedan avanzar en la LXV Legislatura, se retomen en la siguiente, con la esperanza que tiene su partido de ganar la mayoría calificada para sacar adelante reformas constitucionales.
Habrá que analizar si legal y técnicamente, recalcó, las iniciativas no aprobadas en el periodo de sesiones que está a punto de terminar, podrán quedar pendientes para la nueva Legislatura o se tienen que desechar.
Refrendó que para el PRI, los asuntos que pueden y deben aprobarse, entre lo que propuso el Presidente, están los derechos de los pueblos indígenas.
También, de blindar el aumento al salario mínimo para que nunca sea menor al nivel de la inflación.
Que haya un salario profesional para médicos, enfermeras, policías, soldados y maestros de tiempo completo, lo respalda el PRI, con la salvedad de que en el caso de los maestros, todos deberían beneficiarse, no sólo los de tiempo completo.
Lo que el PRI rechaza y no votará a favor, enfatizó, es lo que “toque” a las instituciones electorales, la desaparición de los organismos autónomos, la reforma al Poder Judicial, la simplificación administrativa con la que se quiere eliminar organismos descentralizados y desconcentrados de la administración pública federal.
Otros temas que se deben debatir con más profundidad, dijo, son el de la prohibición de la minería a cielo abierto, la prohibición de los transgénicos y de la técnica del fracking para la extracción de petrolíferos.