El proceso electoral en el estado de Chiapas debe suspenderse por falta de condiciones para llevar a cabo un ejercicio democrático, y porque serán “narco elecciones”, demandó la diputada federal del PAN, Adela Ramos.
La congresista, antes integrante de Morena, sentenció que el estado está entregado al crimen organizado y las autoridades locales lo han admitido.
“No, no debe haber elecciones, yo estoy solicitando precisamente que se cancelen las elecciones, voy a llegar hasta donde tenga que llegar. No debe haber elecciones, van a ser narco elecciones y el estado está controlado ya por el crimen organizado”, alertó.
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La población, alertó Ramos Juárez, está huyendo de sus comunidades, vive asediada por los grupos del crimen organizado y han tenido que buscar refugio hasta en cuevas, para salvar su vida.
“No podemos, no debemos, sería una indolencia, una irresponsabilidad exponer a la poca ciudadanía que queda todavía. Porque hay una gran parte de chiapanecos todavía, que viven en la selva, en el monte, escondidos hasta en cuevas, huyendo de sus casas, esa situación ya rebasó”, relató.
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Chiapas, entregado al crimen
La parlamentaria agregó que ante la operación del crimen organizado en su entidad y las bandas que se disputan el territorio, el gobierno estatal está “entregado”.
Reclamó al gobernador Rutilio Escandón Cadenas que haya cedido el control del territorio chiapaneco a los grupos del narcotráfico y esté dedicado a “dar a conocer el estado del clima”.
Afirmó que hasta el Presidente de la República recomendó a los chiapanecos que “callen” en lugar de denunciar los embates de la criminalidad, porque en Chiapas, de acuerdo al mandatario federal, todo está bien.
Recriminó que en el estado no haya autoridad alguna, porque “son lo mismo” que el crimen.
Ramos Juárez dijo que los chiapanecos son víctimas sobrevivientes del crimen y encima, están “atados de manos”, porque al salir de sus casas, tomar carretera y querer llevar a cabo sus actividades cotidianas, se topan con los retenes del narcotráfico y sufren ataques armados.
Quienes denuncian, se mueren, alertó.
Manifestó que mientras sus paisanos viven en esas condiciones, el Presidente de la República tranquilamente visita su finca en la zona de Palenque, porque va escoltado, en camionetas blindadas y no recorre las zonas asoladas por el crimen, a pie.
“Él no es pueblo”, reclamó la diputada Ramos.