Los cárteles mexicanos han llevado su producción de fentanilo a niveles alarmantes de crueldad y experimentación para mantener su control sobre el lucrativo mercado de opioides sintéticos.
En el noroeste de México, miembros de un cártel ofrecieron hasta 30 dólares a personas sin hogar dispuestas a probar su última fórmula de fentanilo en jeringas, según testimonios recabados.
¿Cómo experimentan con fentanilo en los animales?
Pedro López Camacho, uno de los hombres que aceptó inyectarse repetidamente, describió cómo los miembros del cártel observaban sus reacciones, tomando fotos y videos. Aunque logró sobrevivir, asegura haber presenciado múltiples muertes entre otros voluntarios. “Cuando es muy fuerte, noquea a las personas o las mata”, dijo López Camacho.
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La creciente dificultad para obtener los precursores químicos necesarios, debido a restricciones internacionales lideradas por China, ha empujado a los cárteles a buscar alternativas extremas. Ahora, combinan el fentanilo con aditivos peligrosos, como sedantes para animales y anestésicos utilizados en procedimientos quirúrgicos.
¿En qué animales prueban el fentanilo?
Cocineros que trabajan para los cárteles explicaron que las pruebas no se limitan a humanos. También se realizan en conejos y pollos.
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Según los cocineros, si un conejo sobrevive más de 90 segundos después de ser inyectado, la droga se considera demasiado débil para el mercado estadounidense. En redadas realizadas por autoridades mexicanas, se han encontrado laboratorios llenos de animales muertos utilizados para estas pruebas.
Uno de los cocineros relató que recientemente había comenzado a mezclar fentanilo con un anestésico comúnmente usado en cirugías orales. Otro afirmó que el aditivo más efectivo que había encontrado era un sedante para perros y gatos. Estas prácticas reflejan el nivel de adaptación de los cárteles frente a los esfuerzos globales para detener la producción y el tráfico de fentanilo.
¿Qué dice New York Times?
Un reportaje de The New York Times documentó cómo se produce el fentanilo en un laboratorio y en una casa de seguridad. Durante meses, el medio entrevistó a nueve cocineros, tres estudiantes de química, dos operativos de alto nivel y un reclutador del Cártel de Sinaloa. Las fuentes hablaron bajo anonimato por temor a represalias, proporcionando detalles sobre la experimentación y las técnicas empleadas.
La brutalidad y creatividad de los cárteles mexicanos para mantener el control del mercado del fentanilo han generado una crisis de salud pública de dimensiones globales.