Sin mayores contratiempos y recibiendo el respaldo de la oposición, el Pleno del Congreso de la Ciudad de México aprobó los dictámenes al paquete presupuestal 2025 que incluye el Código fiscal, la Ley de Ingresos y el Presupuesto de Egresos, estos dos últimos aprobados por unanimidad. El paquete asciende a 291 mil 525 millones de pesos.
El código plantea la implementación de la política tributaria, la creación de un nuevo impuesto ecológico, así como la actualización de cuotas y tarifas.
¿Qué contempla el paquete presupuestal 2025 de la CDMX?
La presidenta de la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública, la morenista Valentina Batres, subrayó el perfil de atención a la política social que contempla el presupuesto del próximo año.
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“Se advierte que el proyecto es mucho más que un conjunto de cifras y proyecciones, representa un compromiso con la construcción de una ciudad más justa, equitativa y próspera. Así el presupuesto refleja principios de responsabilidad financiera, austeridad, eficiencia y transparencia, sin embargo, su esencia radica en un enfoque sólido hacia la política social”.
¿Qué opina la oposición sobre el paquete presupuestal 2025 de la CDMX?
Por la oposición el diputado de MC, Royfid Torres, advirtió que el proyecto de la jefa de Gobierno, Clara Brugada, presenta faltas a temas como el sistema de cuidado o el de salud, pero reconoció que este es un presupuesto mas ordenado en sus objetivos y eso permitirá vigilar la transparencia en el uso de los recursos.
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“Garantizar el ejercicio transparente de los recursos, hoy es un presupuesto mucho más claro, es un presupuesto mucho más ordenado y que le vamos a poder dar un mayor seguimiento a como se está ejerciendo y que la ejecución efectivamente sea la correcta”.
Incluso por el PAN, la diputada Claudia Pérez Romero, indico que acompañan el presupuesto pero agregó que no es un cheque en blanco, sino para acompañar la construcción de una ciudad mas justa, libre y ordenada.
En su mensaje Batres Guadarrama reiteró los rubros que tendrán más peso en como son la inversión en infraestructura, en transporte público como el Metro, que recibirá su mayor presupuesto en la historia; la movilidad sustentable, y el agua, con una inversión de 15 mil millones que garantizará mejoras en la distribución, captación y tratamiento del agua.
Programas sociales y la política de vivienda también contarán con aumentos en sus presupuestos y la seguridad recibirá un aumento significativo.