POLÍTICA SOCIAL

Amnistía Internacional: Urge desmilitarizar la seguridad pública en México para garantizar derechos

La organización subraya la necesidad de un retiro progresivo y ordenado de las Fuerzas Armadas de estas labores para el año 2028.

Amnistía Internacional pide sacar a las fuerzas armadas de las calles en 2028.
Amnistía Internacional pide sacar a las fuerzas armadas de las calles en 2028.Créditos: Cuartoscuro
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Amnistía Internacional emitió un llamado a la desmilitarización de las tareas de seguridad pública en México. Bajo el lema “Seguridad civil, el camino a la desmilitarización”, la organización subraya la necesidad de un retiro progresivo y ordenado de las Fuerzas Armadas de estas labores para el año 2028, según lo establece la reforma constitucional.

Este cambio, argumentan, no solo disminuiría las violaciones graves a derechos humanos, sino que también mejoraría las condiciones de seguridad en el país.

Edith Olivares, directora de Amnistía Internacional México, destacó que la estrategia de militarización ha sido un fracaso rotundo.

“En 18 años, México no es más seguro. Al contrario, hay más de 116 mil personas desaparecidas, y el 90 % de estos casos ocurrieron durante el periodo de militarización”, afirmó.

Amnistía Internacional destaca violencia contra periodistas

Además, enfatizó que la violencia contra periodistas y defensores de derechos humanos ha aumentado drásticamente bajo esta estrategia.

El informe “Cambiando el Paradigma” de la organización propone reemplazar la militarización con un enfoque de seguridad ciudadana basado en derechos humanos.

Entre las recomendaciones clave, se incluye una reforma policial integral que contemple la creación de un organismo civil con capacidades fortalecidas para garantizar la seguridad, educación en derechos humanos para las fuerzas del orden, y un plan de retiro gradual de las Fuerzas Armadas.

Amnistía también insta a redefinir el papel de la Guardia Nacional para asegurar que actúe bajo un enfoque civil y con respeto pleno a los derechos humanos.

Asimismo, exige un marco normativo claro que limite estrictamente el uso de la fuerza letal y regule la participación de las Fuerzas Armadas en tareas civiles solo en casos excepcionales y bajo supervisión civil.

El organismo concluye que abordar la seguridad como un conflicto armado ha perpetuado la violencia y las violaciones a los derechos humanos. Por ello, llama a adoptar estrategias centradas en la protección de las personas, la rendición de cuentas y la construcción de una verdadera paz en México.