La oficina en México del alto comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos advirtió que la reforma sobre prisión preventiva oficiosa endurece y expande una medida que debería eliminarse.
Ante su reciente aprobación en la Cámara de Diputados, el organismo de Naciones Unidas enfatizó que la prisión preventiva oficiosa “es perjudicial y regresiva” ya que detener de forma automática a las personas viola sus derechos humanos, desincentiva las capacidades para investigar delitos e incumple sentencias y recomendaciones internacionales.
Agregó que, hacer que la detención sea automática y se mantenga durante todo el proceso anticipa indebidamente un castigo que expone a todas las personas, especialmente a las más pobres.
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De igual forma, consideró que la prisión preventiva oficiosa atenta contra la presunción de inocencia, el debido proceso, el derecho a la integridad personal, la independencia judicial, la persecución eficaz de los delitos.
Además, atenta contra el derecho a la libertad personal, la igualdad ante la ley, el deber de fundar y motivar la medida preventiva de la libertad, el derecho a la revisión judicial y el enfoque de derechos humanos en la seguridad pública.