La ministra Lenia Batres Guadarrama reconoció que la elección de juzgadores será un proceso “complicadísimo”.
Sin embargo, aseveró que la reforma judicial es un hecho que abre la oportunidad de construir un nuevo sistema fundado en la democracia, con una nueva generación de personas juzgadoras surgida del voto popular y con vocación de servicio.
“Yo los invitó a que sigamos construyendo el proceso, quien quiera participar, va a ser un proceso complicadísimo, pero creo que tenemos una posibilidad de renovar a esta generación de jueces y juezas de nuestro país y poder construir un nuevo Poder Judicial democrático, sensible y con vocación de servicio”.
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No obstante, advirtió sin que el cambio no será automático y que logarlo dependerá de la participación de todos los involucrados en el proceso, incluyendo a los candidatos a personas juzgadoras, y de los ciudadanos que acudan a las urnas.
Al participar en un foro organizado por la Asociación Nacional de Abogados Democráticos (ANAD), que se realizó en la ciudad de Querétaro, la juzgadora afirmó que no se puede acusar que el Poder Judicial es mayoritariamente corrupto.
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“No se puede acusar, efectivamente, ni siquiera podríamos decir que el Poder Judicial es mayoritariamente corrupto, yo no creo que podamos afirmar algo así. Sin embargo, tiene defectos muy fuertes, defectos estructurales y una costumbre de abuso muy acentuada que viene de muy lejos”.
Lenia Batres Guadarrama aseveró que esas fallas estructurales favorecieron por décadas a un PJF que se asumía como contra mayoritario, con la obligación de oponerse por sistema a las decisiones de las mayorías; además de que se definía como meritocrático, lo que originó un esquema jerárquico donde juezas, jueces, magistradas, magistrados, e incluso ministras y ministros asumían que merecían su puesto por su trayectoria, y no que debían ganárselos en función de sus resultados.