La ministra Lenia Batres Guadarrama se incorporó este jueves, de manera formal, a pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) cargo que ocupará hasta el año 2038.
En sesión solemne, la presidenta del alto tribunal, Norma Piña Hernández, le impuso la toga magisterial además de que le entregó su credencial y el pin que la acredita como ministra.
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Al pronunciar su primer discurso, Batres Guadarrama criticó los excesos de la SCJN, los cuales dijo, la han llevado a enfocarse en casos que tienen fuertes implicaciones políticas, además de que ejerce poderes que están vedados en la ley y se ha adjudicado facultades para legislar.
“Por estos excesos sostengo que no tenemos una Suprema Corte subordinada a la Constitución, sino una Constitución subordinada a la Corte, al grado de que los litigantes suelen decir: ¿Y qué dice la Constitución al respecto? Lo que decida la Suprema Corte”.
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Asimismo, la juzgadora envió un mensaje a quienes buscan ridiculizarla por provenir del pueblo mexicano.
“Quien crea que puede ridiculizarme por provenir de este pueblo mexicano, no sabe la fuerza y la grandeza que me está atribuyendo. La recibo con esa dignidad. “Ministra del pueblo” es una misión enorme que acepto con honor y con la responsabilidad que merece”.
La ministra Yasmín Esquivel Mossa fue la encargada de pronunciar el discurso para darle la bienvenida a Lenia Batres, a quien definió como una mujer de ideales que no atiende a las quimeras, sino a los problemas que aquejan a la sociedad.
“Señora Ministra Batres Guadarrama estoy cierta que su incuestionable dedicación por el derecho, su convicción en la lucha por la justicia social, su preocupación y ocupación por el derecho de toda persona a una vida digna, su profundo sentido social, sus ideales democráticos, así como el bagaje de su experiencia profesional en el ámbito legislativo y administrativo en los distintos niveles de gobierno será la guía en el desempeño de su responsabilidad constitucional en este Máximo Tribunal de la nación”.
Es de mencionar que además de sus familiares, funcionarios federales y locales, las palabras de Lenia Batres solo fueron aplaudidas por Yasmín Esquivel y la ministra Loretta Ortiz y no por el resto de los integrantes del pleno de la Corte.