El riesgo de que este 2024 se presentara el fenómeno de un “doble Congreso”, con la existencia simultánea de mil diputados y 256 senadores de la República, se desactivó en definitiva.
Ello, con la publicación en el Diario Oficial de la Federación (DOF) de la reforma constitucional que precisa, que el Congreso General se reunirá el 1 de septiembre de cada año.
La bancada del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en la Cámara de Diputados recordó que su líder parlamentario, Rubén Moreira, fue el principal promotor de ese cambio al artículo 65 constitucional.
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Las modificaciones señalan que el 1 de septiembre de cada año, el Congreso se reunirá para celebrar su primer periodo de sesiones en el arranque de la Legislatura y del año legislativo; mientras que el segundo periodo iniciará el 1de febrero de cada año.
Los priístas en San Lázaro señalaron que la posibilidad de que, en agosto de este 2024 hubiese mil diputados federales, 500 de la Legislatura saliente y 500 más de la entrante; así como el doble de senadores, ha quedado descartada.
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La paradoja legislativa creada a partir de la reforma electoral del 2014, recordaron, en la que se alteró la fecha de inicio de la Legislatura a partir de este 2024, se corrigió, destacaron.
Afirmaron que la decisión tomada para hacer los ajustes necesarios, da certeza jurídica al Legislativo, a todos sus integrantes, así como al funcionamiento del Estado mexicano y sus poderes.
Reformas constitucionales de AMLO
De acuerdo a la reforma del 2014, el nuevo Presidente de la República o Presidenta, rendirán protesta hasta el mes de octubre, por lo que el Primer Mandatario saliente seguirá en el gobierno durante el primer mes de trabajos ordinarios de la nueva Legislatura.
En caso de que su partido y aliados ganen la mayoría calificada en el Congreso de la Unión, es decir, las dos terceras partes de los votos, el Jefe del Ejecutivo tendría la oportunidad de sacar adelante el paquete de reformas constitucionales que ha anunciado, enviará en los próximos días a los legisladores federales.
Entre otros cambios, el Presidente ha perfilado la reforma al Poder Judicial, para elegir a ministros y jueces por voto en urnas; la reforma electoral que prevé recortar el costo de los procesos electorales y cambios a la operación y conformación del Instituto Nacional Electoral (INE); así como adecuaciones al sistema de pensiones.