El Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez dio a conocer que el Juzgado Primero de Distrito en Materia Administrativa concedió la suspensión definitiva para que autoridades “se abstengan de destruir, depurar, eliminar, esconder u ocultar los documentos históricos de la Secretaría de la Defensa Nacional” relacionados con la investigación del Mecanismo para el Acceso a la Verdad y el Esclarecimiento Histórico de las violaciones graves a los derechos humanos cometidas de 1965 a 1990.
El Mecanismo dio a conocer a través del reporte “Las formas del silencio” las irregularidades en el acceso a los archivos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), esto motivó a Alicia de los Ríos Merino, acompañada por el Centro Prodh y Artículo 19, a promover un juicio de amparo con el objetivo de detener la opacidad y alteración de los documentos en posesión de la Sedena, apuntó.
Esta resolución, explicó el Centro en un comunicado, reconoce que familiares de personas desaparecidas, como Alicia de los Ríos Merino, tienen derecho a reclamar a través del juicio de amparo las resistencias de la Sedena a abrir sus archivos, así como oponerse a la manipulación y destrucción de documentos que son clave para reconstruir la verdad, identificar a los responsables y obtener elementos para la búsqueda de las personas desaparecidas.
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Alicia de los Ríos Merino busca a su madre, homónima, desaparecida en enero de 1978 por la Brigada Blanca, una agrupación conformada por el Ejército, la extinta Dirección Federal de Seguridad (hoy Centro Nacional de Inteligencia), la entonces Procuraduría General de la República, y policías y procuradurías estatales.
A 46 años de la desaparición de Alicia de los Ríos Merino, madre, las organizaciones y su hija hicieron un llamado a la Sedena a cumplir con esta resolución del Poder Judicial de la Federación y garantizar el derecho a la verdad de quienes han buscado a sus seres queridos.
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La opacidad del Ejército Mexicano en este sexenio al no garantizar el acceso a archivos y alterar sus fondos documentales relacionados con graves violaciones a derechos humanos evidencia la resistencia de las Fuerzas Armadas a rendir cuentas, así como la promesa incumplida de verdad, justicia, reparación, memoria y no repetición para las víctimas, concluyó.