El “intento” de golpe de Estado que se vivió en Guatemala, donde este fin de semana asumió el cargo el Presidente Bernardo Arévalo, en medio de desacuerdos con el Congreso de ese país, es inadmisible, porque se trató de un intento de violentar la voluntad popular, advirtió desde de la bancada del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) en la Cámara de Diputados, la legisladora María Eugenia Hernández.
La congresista integrante de la Comisión de Relaciones Exteriores del recinto manifestó que esos atentados contra la democracia no deben tener cabida en los países de la región.
Al emitir un pronunciamiento alusivo, expresó que el rechazo a actos como los que se registraron en Guatemala, para entorpecer la toma de protesta del Presidente Arévalo, debe ser unánime.
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“Rechazamos todo intento de violentar la voluntad popular expresada en las elecciones de Guatemala, unas elecciones libres, porque esas intentonas son un atentado inaceptable contra la democracia y contra los derechos humanos, en este caso contra el pueblo hermano de Guatemala”, expresó.
Indicó que los procesos democráticos en América Latina han sido “ejemplares”, y en el caso del territorio guatemalteco, el nuevo mandatario fue electo con el 60 por ciento de los votos emitidos en agosto de 2023.
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Fuerzas “antidemocráticas” en América Latina
Aseguró que pese al avance de proyectos democráticos que impulsan el cambio en la región por la vía pacífica del voto, existen “fuerzas antidemocráticas” que buscan impedirlo.
En Guatemala, acusó, el gobierno saliente movió a esas “fuerzas” para “sabotear” y condicionar la toma de posesión.
Al aclarar que su posicionamiento no tiene la intención de intervenir en asuntos internos de otras naciones, la diputada Hernández Pérez expresó que es necesario fijar posturas claras y enérgicas ante “maniobras fraudulentas e ilegales” como las que se urdieron desde el Congreso de Guatemala.
Habló de la existencia de una “conspiración” para impedir la llegada al cargo del Presidente Arévalo e “imponer un proceso autoritario”.
Recordó que ante la amenaza, representantes diplomáticos de distintos países hicieron acto de presencia en el territorio guatemalteco y los ciudadanos salieron a las calles, para vigilar de cerca la transición en el poder y exigir el no retorno de la “negra noche de las dictaduras” que vivieron durante décadas.
La congresista mexicana insistió en que su ánimo no es el de interferir en los asuntos de otros países, sino que se mantiene atenta al desarrollo de procesos democráticos en distintas naciones.