La Red por los Derechos de la Infancia en México (REDIM), señaló que ante la enorme discusión generada en torno a los nuevos libros de texto gratuitos, se ha establecido una disputa a partir de lo que considera un falso dilema: contenidos sin errores y bien construidos o contenidos deficientes y cargados “a la izquierda”, sin que hasta el momento se haya escuchado a los principales implicados, las niñas, niños y adolescentes estudiantes.
Tania Ramírez Hernández, directora de la Red explicó que, promover y proteger contenidos progresistas y que promuevan derechos, no debe estar desvinculado de la responsabilidad de realizarlos con absoluto profesionalismo pedagógico y programático.
“¿Dónde sí deben estar las preocupaciones?: en los efectos de la pandemia por el COVID y el estar más de un año lejos de las aulas; en la urgencia de la educación sexual integral para evitar la violencia sexual y la discriminación; en las presuntas denuncias de violencia sexual ocurridas en espacios educativos; en la prevención del acoso escolar y otras que detengan el ciclo de exclusión y pobreza, que becas o programas como “la escuela es nuestra” no han logrado resolver”, agregó.
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Los libros de textos gratuitos son estrategia de un plan de trabajo más amplio que se han hecho públicos a destiempo y con problemas. Las y los docentes, comunidades estudiantiles y niñas, niños y adolescentes tendrán poco tiempo ya para adecuarse al nuevo ciclo escolar.
Y una vez más, este aparente diálogo nacional tan extendido ha dejado fuera a los sujetos del derecho: niñas, niños y adolescentes de quienes no se han escuchados sus voces. “La educación de la niñez no es botín político: es un derecho de niños, niñas y adolescentes y ni siquiera se está hablando con ellos y ellas”, concluyó.