El Congreso de la Unión cumplió con el deber y la promesa de sacar adelante las reformas que impedirán a agresores de mujeres con sentencia y deudores alimentarios morosos, llegar a cargos públicos y de representación popular, destacó el líder parlamentario de Morena en la Cámara de Diputados, Ignacio Mier.
Al destacar que violentadores de mujeres no podrán estar por encima de la ley, el legislador federal llevó más allá su festejo, al asegurar que en el país se luchó por 300 años para contar con una disposición como la que fue declarada constitucionalmente válida.
Ello, luego de que la Comisión Permanente del Congreso de la Unión diera el trámite correspondiente, a partir de la aprobación del ordenamiento, en 23 de 32 Congresos estatales.
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“Lo prometido es deuda. Después de años de lucha de las mujeres, se da un paso significativo. Entra en vigor la ley 3 de 3 para que ningún deudor alimentario que chantajea y es celoso de la honra, pero desobligado del deber con los hijos, jamás ocupe un cargo público. Se acabó, por fin”.
Se cierran las puertas del poder a agresores: Mier
A su publicación, agregó un video en que también destaca el compromiso de congresistas de todas las fuerzas parlamentarias, por aprobar la reforma constitucional que busca impedir a agresores, ocupar espacios de decisión y poder para seguir violentando.
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Recordó que los cambios a la constitución, establecen que se suspenderán los derechos de ocupar cualquier tipo de cargo en la administración pública en todos los órdenes, a quienes hayan sido sentenciados por violencia contra las mujeres y a los deudores alimentarios morosos.
Indicó que la declaratoria de constitucionalidad que la Comisión Permanente del Congreso de la Unión llevó a cabo fue “emotiva porque finalmente, después de 300 años de lucha hemos dado un paso muy importante, significativo”, expresó.
“Ningún deudor alimentario que utiliza, que chantajea, que es celoso de la honra pero desobligado del deber con los hijos, podrá ocupar ningún cargo de elección popular ni tampoco un cargo como funcionario público. Y tampoco todos los que han sido y tienen sentencia firme, violentadores de una mujer. ¡Se acabó, por fin se acabó!”.