Es inadmisible usar el hambre como arma de guerra, planteó el gobierno mexicano ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
El embajador Juan Ramón de la Fuente afirmó que romper el círculo perverso entre conflicto y seguridad alimentaria resulta ineludible para proteger a la población civil y castigar a los responsables.
“El indiscriminado uso de armas exclusivas impacta la infraestructura, contamina terrenos agrícolas, destruye cosechas y afecta gravemente la distribución de alimentos. “El llamado reiterado a cumplir con las obligaciones derivadas del derecho internacional humanitario, relativas a la protección de la población se llama”.
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Indicó que el llamado sigue vigente y debe reforzarse con un renovado compromiso político. “México dan la bienvenida a la declaración política sobre el fortalecimiento de la población civil contra daños humanitarios derivado de uso de armas exclusivas en zonas pobladas”.
“La declaración será de gran utilidad para roles de ser prácticas nacionales en beneficio de la población civil. Exhortamos a todos los estados que aún no lo hacen a sumarse a esta declaración”, señaló.
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Destacó la necesidad de reforzar la protección del medio ambiente para prevenir y mitigar el impacto de los conflictos tanto en la producción, la distribución de alimentos.