Algunos afirman que las fotos de los cuerpos de las personas que mandó asesinar eran tan brutales que sólo Héctor “El Güero” Palma pudo verlas sin sentir repulsión, pues la sed de venganza que se apoderó de él lo llevó a ordenar diversos brutales asesinatos no sólo de sus rivales, sino de niños y mujeres inocentes.
El ex líder del Cártel de Sinaloa y socio de Joaquín “El Chapo” Guzmán fue uno de los fundadores de la lucrativa organización criminal del norte del país, pues subió al poder después de la caída de Miguel Ángel Félix Gallardo.
¿Qué detonó la ira del Güero Palma?
Debido a su rápido ascenso dentro de los negocios ilícitos en México, “El Güero” Palma se confió y comenzó a jugar sucio en contra de sus rivales, pues se le hizo fácil robar un cargamento de droga que se dirigía a Estados Unidos y pertenecía al Cártel de los Arellano Félix, lo cual desató una oscura y sangrienta venganza.
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Para vengarse de su rival, los Arellano Félix contrataron al sicario venezolano Rafael Clavel, quien se infiltró en su organización y logró seducir a la esposa del sinaloense, lo cual aprovechó para tenderle una trampa que comenzaría con una invitación a Venezuela.
La esposa del Güero Palma llevó al país sudamericano a los dos hijos que había procreado con el exlíder del Cártel de Sinaloa, quienes serían separados de su madre poco tiempo de llegar a Venezuela.
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El sicario comenzó su misión justo al llegar a su país, pues asesinó y descuartizó a la mujer para posteriormente enviar su cabeza en una hielera al capo sinaloense, quien se quedó estupefacto ante lo que presenció.
Pero ese no fue el final del sufrimiento para “El Güero” Palma, pues posteriormente recibió un video en el cual pudo ver como sus dos pequeños hijos fueron lanzados desde un puente de más de 150 metros de altura, causando su muerte de manera instantánea.
¿Cómo se vengó "El Güero Palma?
Estas vivencias despertaron el peor lado del capo sinaloense, quien de inmediato planeó una venganza sangrienta que terminó con la vida de varios de sus enemigos de una manera sangrienta y despiadada.
La primera parte de este plan constó en la captura del sicario venezolano en su país de origen, pues coludió a las autoridades de aquel territorio, quienes de manera inmediata lo metieron a prisión, donde perdió la vida a golpes durante una presunta riña en el penal donde se mantenía recluido.
Después, la sed de sangre del capo lo llevó a también ordenar el asesinato sin piedad de los hijos del sicario y su esposa, a quienes descuartizaron y cuyos cuerpos fueron fotografiados como prueba del asesinato para el famoso criminal.
Pero estos asesinatos sin piedad no colmaron la desesperación y hambre de venganza del Güero, pues continuó su carrera criminal asesinando a mujeres, activistas y policías hasta que fue detenido y posteriormente deportado a Estados Unidos para posteriormente ser liberado pero capturado cuando regresó a territorio nacional, donde cumple su condena por los asesinatos sangrientos que cometió.