La diputada federal del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), Patricia Armendáriz, intentó dar explicaciones sobre el audio que se difundió este viernes 21 de abril en redes sociales, donde se le escucha gritar e insultar a integrantes de una comunidad en la Selva Lacandona con la que impulsa proyectos de desarrollo.
En defensa propia, la legisladora acusó que las personas con las que trataba no querían emprender centros ecoturísticos, sino dinero para poner hoteles.
“Yo quiero que me des dinero”
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En una de sus cuentas en la red social Twitter, @PArmendarizMX, la también empresaria confirmó los hechos al señalar que ocurrieron en octubre del año pasado.
“El día de ayer se subió un audio de octubre del año pasado. Comparto este video para concluir mis explicaciones para quienes amablemente me han pedido que explique qué sucedió”, anotó.
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Agregó un video donde admite que en ese momento perdió la calma, pero también se justificó.
“En el caso de los lacandones, ya era la tercera sesión que teníamos en Las Guacamayas Chiapas a donde llegaban y me decían: yo no quiero un centro ecoturístico, yo quiero que me des dinero para poner mi propio hotel. Y eso fue el resultado de la tercera sesión donde yo sinceramente me salí de mis casillas”, relató.
Armendáriz Guerra añadió a su relato, que los integrantes de esa comunidad con la que trabaja en proyectos de desarrollo local en beneficio de la población, le exigían apoyo económico para beneficio individual y no comunitario.
“Yo les he dado dinero de mis propios recursos personales y siguen pidiendo más y siguen pidiendo más”, remarcó.
“Tengo la mecha muy corta”
Al insistir en que, en lugar de plantear propuestas de emprendimientos a favor de la comunidad en su conjunto, algunas personas le demandaban dinero para que cada familia involucrada instalara sus propios hoteles, la parlamentaria señaló que admitió su error al gritarles e insultarlos.
Insistió en que ya pidió disculpas a los ofendidos y reconoció que tiene un problema personal de carácter, ya que suele perder rápidamente la paciencia.
“Obviamente no hay justificación para gritar, es un problema personal que tengo, tengo la mecha, la mecha muy corta. Obviamente ya les pedí disculpas, ahí está el material y escrito, les pedí disculpas y les expliqué que efectivamente les había dado yo recursos personales para ayudarlos a proteger el polígono de la selva.
Apoyo económico inmediato
En más mensajes en Twitter, aclarando lo sucedido, afirmó que después de gritar, insultar y golpear la mesa a la que estaba sentada con los miembros de la comunidad lacandona en cuestión, se fue “angustiada” del lugar del encuentro.
Aseguró que cuando le hacen propuestas para mejorar la calidad y condiciones de vida de comunidades en su entidad, Chiapas, responde de inmediato y aporta recursos propios.
Insistió en justificar su respuesta explosiva, ante las exigencias a las que estaba sujeta.
“dándoles solución por todos los medios como siempre lo hago, de forma inmediata. Al llegar a esa comunidad y por lo cual exploté y pedí disculpas enseguida, fue porque “colocho” comenzó a reclamarme de los apoyos que deben recibir de nabolom y exigirme el polígono”, anotó textualmente.
“Fue ahí a donde le Dije que nabolom estaba haciendo todo lo posible por ayudarlos pero que no tenía donativos como él decía, pagué a un abogado para que los defendiera del polígono”, abundó.
“No iba a seguir pagando”
En su narración, agregó que ha hecho público cuánto dinero ha puesto de su bolsillo para apoyar a comunidades en su entidad y lo ha hecho “de corazón”.
Admitió que lanzó advertencias a los miembros de la comunidad lacandona con la que se reunió en octubre de 2022, respecto a que, si la organización no daba resultados y seguía pidiendo “camionetas para sus familias, hoteles, etc”, no continuaría proporcionando recursos.
Aclaró que los desarrollos ecoturísticos que impulsa, no están asociados a sus empresas personales, sino que están ligados a la Secretaría de Turismo, no precisó si local o federal, y tienen como propósito crear “un cinturón de protección a la selva”.
Aseguró que durante el polémico encuentro, dijo a las personas con las que hablaba, que volvería a visitarlas y su intención al exigirles resultados, era poner freno a invasiones de las que son objeto.
“Espero con esto responderles sus dudas y repetir que definitivamente el gritar no es la solución, sigo trabajando en ello. Pero de verdad, a quienes me conocen, saber que me apasiona tanto ayudar y resolverles que cuando me topo con cuestiones de ese tipo, exploto”, finalizó.