Los resultados de la prueba internacional PISA en materia de avance educativo en México, y que revelan un retroceso en el nivel de los alumnos en conocimientos básicos como español, matemáticas y ciencias, no pueden ser descalificados, sino valorados en su dimensión, planteó el secretario ejecutivo de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior, ANUIES.
Al acudir a una reunión en la Cámara de Diputados, el exombudsman de la Ciudad de México, indicó que más allá de concordar o no con las cifras que el país alcanzó, lo relevante es que son indicadores de la problemática en el sistema educativo y pueden ser punto de partida para resolverla.
Lo anterior, luego de que el Presidente de la República expresara su inconformidad con los datos revelados por la prueba correspondiente al Programa para la Evaluación Internacional de Estudiantes, PISA 2022, aplicada por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
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“Hay que ver estos resultados a la luz del sistema de educación que tenemos en el país. Ningún resultado es desdeñable, podemos estar de acuerdo o no con los métodos que se utilizaron o no para tener esos resultados, pero lo que es una realidad es que la pandemia tuvo un efecto y ese efecto tenemos que resolverlo”, expresó.
Rezagos educativos a la vista
González Plascencia señaló que si bien, la pandemia por COVID-19 declarada a nivel mundial en el año 2020, agudizó los magros resultados del sistema educativo mexicano que quedaron en evidencia al ser medidos con los de otras naciones que forman parte de la OCDE, es necesario reconocer que la situación no se originó con la emergencia sanitaria.
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El país tiene una dinámica de atrasos en materia educativa, que salen a la luz al medir las capacidades de los alumnos conforme a la preparación que reciben en las escuelas.
“Yo creo que aquí hay que dimensionar claramente en qué lugar estamos, es verdad que la pandemia reveló los atrasos que ya teníamos y que las brechas se hicieron mayores con la pandemia. Supongo que tenemos perspectivas diferentes, no se trata de coincidir o no, sino de ver desde qué punto de vista lo estamos apreciando”, planteó.
Respecto a su visita a San Lázaro, donde entregó a los diputados federales los estados financieros de las universidades públicas, correspondientes a 2022, destacó la importancia de que la educación superior siga contando con presupuesto y éste sea suficiente para otorgar servicios educativos adecuados a los jóvenes del país.
Aseguró que las instituciones agrupadas en la ANUIES están utilizando el recurso público que reciben con “mucha responsabilidad” y se trabaja para tener cada vez menos observaciones de la Auditoría Superior de la Federación (ASF), por anomalías en el gasto.
Las universidades no se niegan a ser auditadas, por el contrario, están rindiendo cuentas y haciendo esfuerzos por mejorar su desempeño.
Defendió a las integrantes de ANUIES, al señalar que la mayoría de las observaciones que han recibido se refieren a asuntos administrativos, que están en vía de corrección.
El déficit presupuestal con las universidades del sistema público en todo el país, a nivel federal es de 13 mil millones de pesos, recalcó.
La problemática se agrava en cuanto a los recursos que los estados deberían destinar a esas instituciones de manera extraordinaria y no lo han suministrado, hasta por 31 mil millones de pesos.
Ello, sin contar otros 30 mil millones de pesos que los gobiernos estatales no han hecho llegar a las educación superior.