El riesgo de que el crimen organizado intervenga en las elecciones del 2024 en cada vez más regiones del país es preocupante, alertó el coordinador parlamentario del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en la Cámara de Diputados, Rubén Moreira.
En esas condiciones, advirtió el parlamentario, no habría democracia
Expresó que desde su punto de vista, en 2024 habrá sitios del país donde no se podrán llevar a cabo las votaciones, como la zona de Tierra Caliente que comprende áreas de los estados de Michoacán, Guerrero y el Estado de México.
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“La amenaza de la intervención del crimen organizado en los procesos electorales me preocupa mucho. Aquí tienen ustedes municipios donde no hay autoridad, ustedes saben cuáles son”, expresó, durante su presentación en el “Foro Ideas: Un gobierno para todas y todos”, realizado en Guadalajara, Jalisco.
“Segundo tema, me preocupa si va a haber elecciones en algunas partes del país, ¿ustedes creen que en Tierra Caliente va a haber elecciones democráticas y libres? Yo no creo, es la verdad”, insistió.
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Crisis de violencia se agrava
Aseguró que la grave situación de violencia en el país no es normal, pero la ciudadanía puede acostumbrarse ante los crecientes hechos.
Advirtió que en las condiciones en que se encuentra el país, más regiones pueden caer bajo el dominio del crimen organizado en sus distintas vertientes, como el narcotráfico, el “huachicoleo” o robo de combustibles.
Moreira Valdez señaló que la autoridad también oculta la información sobre el número real de crímenes que se cometen en el territorio nacional y el número de víctimas a causa de esos sucesos.
Como ejemplo, está el número de cuerpos que llegan a los servicios forenses y que en ocasiones se acumulan en trailers, ante la falta de capacidad de las autoridades locales y también federales, para identificarlos.
Soluciones en seguridad
Expresó que la problemática tiene solución, sin embargo, hacen falta acciones efectivas y continuas para lograrlo.
La “guerra” y la complacencia no son respuestas, que la población se arme o bien, que se abrace a la delincuencia, como ha ocurrido en la presente administración, dijo, no es la solución.
Manifestó que la estrategia contra la inseguridad y la criminalidad debe ser integral, e incluir medidas como reducir el desempleo, garantizar las oportunidades de educación, abatir la pobreza y recomponer el tejido social.
Asimismo, es necesario fortalecer los cuerpos policíacos locales y apostar a las acciones de inteligencia desde las instituciones de seguridad pública.
Los gobernadores y presidentes municipales, añadió, son corresponsables de atender la problemática, pero no pueden solos y sin recursos suficientes, no podrán dar resultados.
Recalcó que también se requiere establecer coordinación con las Fuerzas Armadas, pero no dejar en sus manos por completo, la problemática de seguridad.
Afirmó que de acuerdo a analistas, hay cuatro tipo de gobernadores: el que se coordina con las demás autoridades y está atento a la situación; el que se entera de las cosas, pero no interviene y se deslinda de responsabilidades; el que permite la colaboración con el crimen organizado; y el que “está metido”.
Guardia Nacional
Tras sentenciar que el crimen organizado va ganando terreno, primero ejerciendo sus actividades ilícitas, luego expandiendo sus áreas de intervención, entrometiéndose en espacios de decisión pública y finalmente, tomando gobiernos, indicó que otro riesgo para el país, es lo que ocurrirá con la Guardia Nacional.
Expresó que esa corporación se conformó a partir de una ocurrencia del Presidente de la República, que tiene ideas del siglo pasado y las ha concretado en los hechos.
El exgobernador de Coahuila recordó que en enero de 2024, se tendrá qué definir si la Guardia quedará bajo el control de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) y sus elementos no tienen certeza sobre su futuro.
En una autocrítica, el coordinador del PRI en San Lázaro pidió reconocer que otro ausente en la discusión sobre seguridad es el Congreso de la Unión y ha “abdicado” a sus funciones.
Las Comisión Bicameral de Seguridad Nacional, que tiene dos años sin reunirse y si lo hace, sus resultados no se ven; la Comisión de seguimiento a la Guardia Nacional tampoco tiene actividades relevantes, aunado a que la Comisión de Defensa de la Cámara, está dedicada a las relaciones públicas.
No hay debate parlamentario sobre lo que pasará con la Guardia Nacional, recriminó.