Los centros, programas, clínicas y observatorios del Sistema Universitario Jesuita en México, manifestaron su preocupación por el traslado de la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional, mientras que la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana se encargaría de la elaboración de la estrategia de seguridad ciudadana, la cual aplicaría la Sedena, lo cual es confuso y contrario a la Constitución y muestra de la militarización de la seguridad.
Al recordar que hace apenas unos días la Cámara de Diputados aprobó la iniciativa preferente con proyecto de decreto, el Ejecutivo federal pretende seguir otorgando las funciones de la Guardia Nacional al Ejército y con ello profundizar un modelo de militarización de la seguridad pública en México.
Alertaron que la propuesta de reforma también amplía las facultades del Presidente para disponer de la totalidad de las Fuerzas Armadas, sin establecer bajo qué circunstancias o momentos puede hacerlo. Asimismo contempla la exclusión de quienes formaban parte de de la Policía Federal y que la jerarquía debe asemejarse a la de las Fuerzas Armadas.
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Entre las alertas se contempla la capacitación que en derechos humanos les otorgará la Sedena y que los elementos de la GN tendrán fuero militar. Esta iniciativa y sus aspectos de fondo, advirtieron, van en contra de diversos tratados de derechos humanos ratificados por México y en contra de sentencias emitidas por la Corte Interamericana en varios casos.
Finalmente el Sistema Universitario Jesuita recordó que en sus recientes jornadas por La Paz con Justicia, llamó a revisar la política de seguridad con un enfoque civil; lamentó la rápida aprobación en la Cámara y llamó al Senado a revisarla a detalle y en su caso, a rechazarla por inconstitucional e inconvencional y a la Suprema Corte de Justicia de la Nación, a resolver a la brevedad los recursos que tienen pendientes sobre el tema para que se convierta en auténtico contrapeso del poder público.