La fracción parlamentaria de Morena cierra su reunión plenaria, previa al arranque del periodo ordinario de septiembre próximo, con la presencia del secretario de Relaciones Exteriores (SRE) y aspirante a la candidatura presidencial morenista, Marcelo Ebrard.
El canciller fue recibido en el recinto parlamentario con más porras al son de “¡presidente, presidente!”, que los otros dos aspirantes, bautizados por el Presidente de la República como “corcholatas”, es decir, el secretario de Gobernación (SEGOB), Adán Augusto López y la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum.
Decenas de morenistas lo esperaron frente al auditorio donde el servidor público presentó su ponencia, con una manta con su imagen hecha caricatura, junto al dibujito del Presidente Andrés Manuel López Obrador.
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“Marcelo mi carnal, BIENVENIDO a la Cámara de Diputados. Sus legisladores del PT, Morena y PVEM. La esperanza de México”, decía la manta que sostenían entre otros congresistas las diputadas Salma Luévano, Olga Chávez; así como los diputados Emmanuel Reyes, Mario Alberto Torres y Roberto Valenzuela, entre otros.
De las tres “corcholatas” más visibles en Morena, Ebrard Casaubón fue el único que se quedó a comer con los diputados federales que, al finalizar su exposición le cantaron: “¡Marcelo es mi carnal, Marcelo es mi carnal!”.
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También a gritos lo exhortaron a que “no se raje” en la contienda interna.
Consultado respecto al “piso parejo” entre los aspirantes morenistas, el canciller se pronunció a favor de que no haya ataques mutuos, porque todos “son amigos”.
“Qué opino de la Jefa de Gobierno y del secretario de Gobernación, somos amigos, somos compañeras y compañeros desde hace muchos años. Una cosa es que tengamos una competencia política y otra es que nos empecemos a golpear entre nosotros, porque tenemos una obligación con el movimiento, no podemos hacer eso, yo nunca voy a hablar mal de mis compañeras y compañeros, jamás, nunca lo haré”, recalcó.
“Hay competencia, pero hay respeto”, abundó.
Temas diplomáticos
Durante su presentación y antes, al ser recibido con la manta de apoyo, el canciller Ebrard indicó que hablaría con sus compañeros de partido sobre la reunión de alto nivel entre México y Estados Unidos que tendrá lugar en el territorio nacional el próximo 12 de septiembre.
En ese encuentro, apuntó, se tratará el tema de la demanda por la fabricación de armas por parte de empresas norteamericanas que, subrayó, producen esos artefactos a imagen y semejanza de los rifles, ametralladoras y pistolas que aparecen en las llamadas “narcoseries”.
También habló de los paneles comerciales por temas como el T-MEC, los acuerdos de inversión de hasta 5 mil millones de dólares en la frontera norte establecidos entre los presidentes López Obrador y Joe Biden.
Refrendó que México ha desistido de denunciar al mecanismo Covax, por la tardanza en entregar a México 10 millones de vacunas contra Covid-19.
A inicio de la presente semana, recordó, se firmó el convenio correspondiente para dar por terminada esa controversia.
Asimismo, se declaró confiado en que la confrontación comercial con los socios del T-MEC por la política energética del Gobierno Federal, terminará en un acuerdo.
Cuestionado directamente sobre la decisión del Ejecutivo Federal de entregar al Ejército, por la vía de reformas secundarias y administrativas, el control de la Guardia Nacional (GN), Ebrard Casaubón dijo compartir el punto de vista del Primer Mandatario, al cual calificó como “razonable”.