El Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), consideró prioritario que en reunión entre los presidentes de Estados Unidos y México, Joe Biden y Andrés Manuel López Obrador se aborde la agenda de energía y cambio climático, ya que las propuestas realizadas por nuestro país en la IX Cumbre de las Américas, son “insuficientes e inclusive, contraproducentes”.
La reunión entre ambos mandatarios está programada para el próximo 12 de julio en Washington DC y se discutirán temas de coyuntura en la relación bilateral.
El IMCO señaló que reconocer la crisis climática y proponer acciones ambiciosas hacia la transición energética, así como una ruta crítica para acelerar una América del Norte más productiva, sostenible y con una menor huella de carbono, debe formar parte de la agenda bilateral.
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Recordó que el gobierno mexicano planteó un decálogo de acciones para mitigar el cambio climático que pueden incluso resultar contraproducentes para el medio ambiente y para la competitividad del sector energético en la región, tales como la modernización y repotencialización de las centrales hidroeléctricas, lo que sería muy complicado debido al estado y antigüedad de las mismas y la escasez de agua en el país.
Se propuso invertir 2 mil millones de dólares para reducir hasta en 98 por ciento las emisiones fugitivas de gas metano, sin embargo Pemex tiene un historial poco efectivo en la materia e incluso en 2016 fue sancionad por la Comisión Nacional de Hidrocarburos por no cumplir las metas en aprovechamiento de gas.
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También producir 50 por ciento de vehículos de cero emisiones contaminantes en 2030, pero como pretende hacerlo a través de electricidad fósil, solo traslada el punto de emisiones del vehículo a la planta de generación eléctrica.
Otras propuestas omiten reconocer leyes que no los permiten, falta de recursos, falta de autorización y otros factores.
Las acciones promovidas por el Gobierno mexicano no solo son insuficientes para transitar hacia una economía descarbonizada sino que van en sentido contrario.
El país debe apostar por el despliegue acelerado de tecnologías con baja huella de carbono y aprovechar su ubicación geográfica en América del Norte para catalizar la transición energética a partir de una mayor integración de los mercados energéticos regionales, y así detonar un desarrollo sostenible, concluyó el IMCO.