El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) afirmó que atiende padecimientos oncológicos complejos y difíciles de tratar a través del trabajo denominado clínicas conjuntas, donde participan especialistas en imagenología, radioterapia, oncología médica, endoscopía, psicología, laboratorio, medicina nuclear y psiquiatría, el Hospital de Oncología del Centro Médico Nacional Siglo XXI.
Rafael Medrano, director de esta Unidad Médica de Alta Especialidad (UMAE) indicó que en las clínicas conjuntas es fundamental la opinión de todos los especialistas, lo que “garantiza mayor expertis y lluvia de ideas con base en conocimiento y experiencia que pueden direccionar la mejor oportunidad para un paciente”.
Comentó que anualmente en el Hospital de Oncología se diagnostican entre 350 y 400 casos de cáncer de páncreas, “la mayoría son avanzados hasta en un 80 por ciento y tienen que entrar a tratamientos sistémicos tratando de llegar a lo que se llama conversión para que un paciente pueda ser operado, la cirugía es fundamental en los pacientes con cáncer de páncreas”.
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Medrano Guzmán indicó que esta UMAE es la que realiza más cirugías por páncreas y cáncer en todo el país, “y probablemente en varios de Latinoamérica”.
Comentó que una de las pacientes tratadas con este padecimiento es Rita “N”, quien tras dos años de difícil batalla, y gracias al trabajo de las clínicas conjuntas mejoró su calidad de vida.
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Expuso que en una primera etapa no se logró y se volvió a incluir un tratamiento sistémico con una nueva posibilidad, “aquí es muy importante el equipo multidisciplinario y en esa segunda etapa de tratamiento sistémico se logró que ella pudiera tener condiciones para llevarse cirugía y explorarla”.
Medrano Guzmán narró que debido a la complejidad del cáncer pancreático que tuvo Rita, su oportunidad de vida era nula y fue catalogada como “paciente fuera de tratamiento oncológico”, sin embargo, rendirse nunca fue opción y se sometió a 11 sesiones de quimioterapia.
Expuso que posterior a las quimioterapias, se le realizó a Rita una cirugía extensa a cargo del servicio de tumores de tubo digestivo y sarcomas, quienes le practicaron una pancreatoduodenectomía, que consiste en quitar la cabeza del páncreas, parte de la vía biliar, la vesícula, parte del estómago y la primera porción del intestino delgado, que es el duodeno.
“Con esta cirugía, la vida de Rita cambió drásticamente y sabia que no iba a volver a ser la misma, por dentro estaba incompleta. El cáncer estaba en fase avanzada y muy agresivo, pero dije: esto no va a poder conmigo, estoy en el mejor lugar, con los mejores médicos y sé que ellos y yo vamos a salir adelante”, indicó.