La Compañía de Jesús condenó “la vergonzosa impunidad” en la que siguen los asesinatos de dos sacerdotes y un laico en una iglesia de Cerocahui, Chihuahua, “La indiferencia y el silencio no son una opción y las muertes piden ser escuchadas”.
A través de un comunicado recordaron que los jesuitas que trabajan en la Sierra Tarahumara siguen exigiendo verdad y justicia por el asesinato de los padres Javier Campos, Joaquín Mora, del guía de turistas Pedro Palma y del joven Paúl Osvaldo Berrelleza.
“La indiferencia y el silencio no son una opción y las muertes piden ser escuchadas. Hacemos un llamado a las autoridades de los tres niveles de gobierno para que se revise la estrategia de seguridad pública de la región y se adopten todas las medidas de protección para salvaguardar los derechos de las víctimas, pues continúan los asesinatos, las extorsiones, la tala clandestina y los desplazamientos forzados en la Sierra Tarahumara. Solicitamos, además, evaluar la situación de seguridad de Cerocahui y todo el Municipio de Urique, y diseñar un plan de restablecimiento de las condiciones de paz a largo plazo que implique garantizar el buen ejercicio de la función pública y la coordinación interinstitucional”, señalaron.
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Advirtieron que seguirán levantando la voz para exigir justicia y resistirán con el pueblo rarámuri y mestizo.
La realidad actual de violencia visibilizada por estos homicidios no es una novedad y la Sierra Tarahumara atraviesa desde hace muchos años por una situación de inseguridad y violencia que no ha sido atendida de forma adecuada por las autoridades, señalaron los jesuitas.