La resistencia física, la capacidad que permite a los seres humanos realizar una actividad durante la mayor cantidad de tiempo posible, es una condición que se puede entrenar para obtener beneficios que van más allá de resistir al ejercicio.
Dentro de sus diversos beneficios se encuentran un mejor rendimiento de los riñones y el hígado, el aumento del colesterol bueno, mejora en la capacidad cardiorrespiratoria y la presión sanguínea y disminución en la pérdida de los minerales presentes en los huesos.
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Si estás interesado o interesada en ejercitar tu resistencia física para aguantar cada vez más la presión de la actividad que realizas a la hora de hacer ejercicio, te presentamos una serie de pasos para que comiences a trabajarlo desde ya.
Reduce el tiempo de recuperación
Es normal que entre cada serie o repetición que realizas en tu rutina de ejercicios te tomes un breve, o no tanto, tiempo de recuperación. Expertos señalan que este periodo para estabilizarnos es necesario, pero no debe ser demasiado corto ni demasiado largo. Se necesitan mínimo 30 segundos para permitir al cuerpo que se recupere, de lo contrario, la intensidad con la que realices los ejercicios se disminuirá y el efecto esperado será el contrario.
No disminuir la intensidad
Hablando de intensidad, es importante no disminuir este aspecto al momento de ejercitarte. Mantener una intensidad equilibrada te ayudará a soportar cada vez más ritmos de ejercicios más pesados que puedes ir aumentando poco a poco cada cierto tiempo.
Hacer intervalos
Es fundamental hacer esas variaciones de intensidad durante lapsos breves para lograr un verdadero cambio. Cuando te encuentres en un nivel de intensidad “soportable”, procura aumentar el ritmo entre una repetición y otra que te haga sentir ese aumento donde el cuerpo se agita rápidamente y los músculos tienen una sensación de ardor. También hay que ser constantes a la hora de ejercitarse para no perder el avance; tres a cinco veces por semana al menos 20 minutos es una buena constante para iniciar.
Agrega “carreras” semanales
Dentro de esas tres a cinco veces de días de ejercicio, es bueno agregar una o dos “carreras” que te motivarán a aumentar la intensidad de tus rutinas. Las carreras son progresiones necesarias para cualquier tipo de ejercicio y te ayudarán a mantenerte enfocado en el objetivo. No olvides que durante todas tus rutinas es importante mentalizarte a que no será fácil, pero todo valdrá la pena.
Presta atención a tu alimentación
Principalmente a los carbohidratos, la principal fuente de energía. Los cereales integrales como el arroz integral o la avena son una excelente opción, contraria a los carbohidratos refinados y alimentos azucarados que lo único que te provocarán será un aumento de azúcar en la sangre seguido de una caída que te provocará cansancio pronto y por lo tanto, menor resistencia.
Se paciente
Como cualquier otra actividad física, aumentar la resistencia toma tiempo y dedicación. Recuerda que la base está en ser constante y en intentar, progresivamente, subir el nivel de los ejercicios de tus rutinas. Intentar hacer rutinas más intensas demasiado pronto solamente te provocará lesiones.