¿Pie diabético? Conoce los riesgos y cuidados

Las personas con diabetes corren el riesgo de presentar heridas en los pies que pueden pasar inadvertidas y llegar a causar una infección muy grave.

Detalle de los pies de una mujer entre la arena de la playa de la Malagueta, en Málaga (España). Los diabéticos no deberían ir descalzos por el problema que se les puede generar. EFE/ Jorge Zapata
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Estas son las recomendaciones de los especialistas para prevenir y detectar a tiempo esas heridas y así evitar sus consecuencias.

Con el tiempo, los niveles altos de azúcar en la sangre "pueden dar lugar a problemas vasculares en distintos territorios como el corazón, el cerebro o las piernas. También pueden originar problemas en la sensibilidad de zonas distales como los pies", afirma Pedro José Pinés, miembro de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN).

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Las personas con diabetes tienen que intentar mantener un control de la glucosa tan bueno como sea posible desde el mismo momento del diagnóstico.

"Nunca deberían caminar descalzas, pues eso podría aumentar el riesgo de heridas", apunta el doctor Pinés. La diabetes es una enfermedad crónica que aparece "cuando el páncreas no produce suficiente insulina o cuando el organismo no utiliza de manera eficaz la insulina que produce", detalla la Organización Mundial de la Salud (OMS).

La insulina es una hormona que se encarga de regular los niveles de glucosa (azúcar) en la sangre. De hecho, podríamos decir que la insulina "es la llave que abre las puertas de las células para que la glucosa pueda pasar a la célula y ser quemada para producir energía", aclara Juan Madrid Conesa, médico especialista en endocrinología.

"La diabetes mellitus se caracteriza por la presencia de niveles elevados de glucosa en la sangre. Esta elevación mantenida de la glucosa puede dar lugar a problemas vasculares en distintos territorios como el corazón, el cerebro o las piernas. También puede originar problemas en la sensibilidad de zonas distales como los pies", afirma Pedro José Pinés, miembro del Grupo de Trabajo de Diabetes de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN).

 

Un diabético argentino muestra la medicación y las jeringuillas que usa para inyectárselao. EFE

PÉRDIDA DE SENSIBILIDAD

"La pérdida de sensibilidad en los pies hace que las personas con diabetes tengan un mayor riesgo de poder presentar heridas, inicialmente inadvertidas. Además, la mala irrigación sanguínea hace que la curación de estas heridas sea más complicada por lo que, en casos extremos, puede llegar a darse la necesidad de amputación para evitar la diseminación de una infección grave", apunta.

Así, el endocrino subraya que el primer consejo para las personas con diabetes es que intenten mantener un control glucémico tan bueno como sea posible desde el mismo momento del diagnóstico, "ya que sabemos que esos primeros años tras el diagnóstico son clave para reducir el riesgo de complicaciones".

"Otro importante factor que aumenta el riesgo de pie diabético es el tabaquismo, por lo que debemos aconsejar y asesorar a nuestros pacientes con diabetes para que eviten el consumo de tabaco", añade el especialista.

 

Fotografía cedida por el Instituto Politécnico Nacional (IPN) de México, muestra a una investigadora que observa un parche dérmico que ayudará a revertir el índice de amputaciones asociadas al pie diabético. EFE

 

"En tercer lugar, todos los pacientes con diabetes deben recibir unos consejos adecuados sobre el cuidado de los pies desde el mismo momento del diagnóstico y la exploración de los pies tiene que formar parte de la revisión habitual por el personal sanitario", continúa.

"Por su parte, los pacientes deberían examinar sus pies todos los días y pedir ayuda a otra persona en caso de no poder hacerlo por sí mismos.

El objetivo es detectar cualquier posible corte, llaga, ampolla, mancha roja o hinchazón y ponerse en contacto con el personal sanitario responsable de su atención, tan pronto como detecten cualquiera de estas alteraciones para poder iniciar el tratamiento adecuado lo antes posible", puntualiza.

El doctor Pinés señala que las personas con diabetes deben "lavar sus pies todos los días con agua tibia (ni demasiado fría ni demasiado caliente), secarlos muy bien y asegurarse de secarse también entre los dedos. Tienen que mantener la piel suave e hidratada utilizando, si es necesario, una crema adecuada".

Además, el facultativo advierte de que un paciente diabético nunca debe intentar tratarse por sí mismo los pies con callicidas o cuchillas.

"Si lo necesita, tiene que acudir a un profesional", destaca.En cambio, cortarse las uñas de los pies es algo que sí puede hacer en casa, pero con mucho cuidado.

"Debe cortarlas en línea recta y limar después con una lima las orillas de las uñas", indica el endocrino. La mejor ocasión para hacerlo es tras el baño o la ducha.

El calzado también es un elemento muy importante en la prevención del pie diabético. Por eso, a la hora de calzarse es necesario comprobar que no haya nada dentro de los zapatos.

 

Reunión de expertos en la enfermedad del Pié Diabético (iz-der), Ana Castro, Presidenta de la Asociación Compostelana de Diabéticos; José Ramón March, Jefe del Servicio de Angiología y Cirugía Vascular del Hospital de Getafe; Xavier Camps, Director General de Urgo Médical del Sur de Europa y Latinoamérica; José Luis Lázaro, Presidente de D-Foot Internation y Aureliano Ruiz, Vicepresidente de la Federación Española de Diabéticos . EFE

 

También hay que asegurarse de que los calcetines se ajusten a los pies sin arrugas, dobleces o agujeros."Aconsejamos a las personas con diabetes el uso de zapatos y calcetines cómodos en todo momento. Nunca deberían caminar descalzas, pues eso podría aumentar el riesgo de heridas.

También es importante la protección de los pies del frío y del calor mediante el uso de calcetines adecuados en cada época del año", detalla el doctor Pinés. Desde la SEEN, recuerdan que la diabetes es una gran enemiga de los pies.

Esta enfermedad provoca que se vaya perdiendo lentamente sensibilidad en esta parte del cuerpo, de modo que es posible lastimarse y no notarlo. Como consecuencia de esa herida puede llegar a producirse una infección.

Si es grave, es posible que desemboque en la pérdida del pie. Para evitar que esto suceda, es fundamental cuidar bien de los pies.