El IMSS advirtió que el estrés provoca daños en el organismo como la aparición del herpes zóster, conocido como culebrilla, por lo que un manejo adecuado de la tensión física y emocional, puede contribuir a evitar esta enfermedad, la cual es dolorosa.
En un comunicado, el IMSS explicó que cuando una persona padeció varicela, generalmente en la infancia, el virus se queda alojado en el tejido del sistema nervioso y cuando el organismo está débil, las defensas bajan y se entra en un estado de inmunosupresión, se reactiva y genera el herpes zóster.
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Se trata de una enfermedad que por lo general es benigna, la secuela más seria es el dolor y hay manifestaciones más severas que pueden afectar cualquier parte de la cara, el ojo, la córnea, e incluso el cerebro.
Otro de los factores para desarrollar herpes zóster son padecer enfermedades como insuficiencia renal crónica, virus de insuficiencia humana, pacientes con cáncer o en quimioterapia, diabetes o hipertensión, así como infecciones mal atendidas que debilitan el sistema inmunológico y lo dejan vulnerable.
La fatiga crónica, el cansancio extremo o la ansiedad, son condiciones que van minando el sistema inmunológico, por lo que también pueden detonar el padecimiento, la duración puede abarcar de tres a cinco semanas y que puede ser contagiosa cuando está en la fase de vesícula.
En el IMSS, durante el primer semestre de este año, se brindaron 39 mil 951 consultas por herpes zóster, de ellos 23 mil 563 son adultos de más de 50 años y 231 menores de cinco años.