El hombre que disparó contra las oficinas del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) en Dallas, Texas, tenía como objetivo causar “verdadero terror” a los agentes federales, según informó el director del FBI, Kash Patel.
La evidencia recopilada por la investigación indica un alto grado de planificación por parte del agresor. El tiroteo generó una serie de reacciones y dejó en evidencia el aumento de agresiones contra agentes migratorios.
Foto: EFE
La planificación del ataque y las motivaciones del agresor
El tirador, identificado por las autoridades como Joshua Jahn, de 29 años, actuó solo y su ataque fue el resultado de una meticulosa planificación que duró meses, según confirmó el FBI. El agresor había descargado documentos con las direcciones de las instalaciones del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) en Dallas, y había usado aplicaciones para rastrear la presencia de agentes del ICE.
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En uno de los manuscritos que dejó, Jahn escribió: “Espero que esto les dé verdadero terror a los agentes del ICE, para que se pregunten: ‘¿Hay un francotirador con munición antitanque en ese tejado?’”. La fiscal del Distrito Norte de Texas, Nancy Larson, indicó que la motivación principal del atacante de Dallas quería sembrar miedo en agentes de ICE. A pesar de las acusaciones del presidente Donald Trump de que el agresor estaba vinculado a la “izquierda radical”, el FBI no ha encontrado evidencia que lo asocie con ningún grupo político.
Reacciones y un clima de agresión creciente
El ataque, que dejó un inmigrante muerto y otros dos heridos, ha provocado reacciones en el Gobierno de Estados Unidos. El DHS anunció que reforzará la seguridad en todas las instalaciones del ICE. La portavoz de la agencia, Tricia McLaughlin, señaló que las agresiones contra los agentes aumentaron más de un mil por ciento. Por otro lado, activistas por los derechos de los inmigrantes acusan a los propios agentes de usar fuerza excesiva en los arrestos.
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Fue así como el atacante de Dallas quería sembrar miedo en los agentes de ICE, y su ataque es un reflejo de la tensión que existe en Estados Unidos. El rifle que utilizó, un arma de cerrojo de ocho milímetros, fue comprado de forma legal, un hecho que reabre el debate sobre las leyes de control de armas en el país. El FBI sigue investigando el caso, sin embargo, los manuscritos y la planificación detallada pueden revelar las intenciones del agresor.
Con información de EFE.