Tras una semana marcada por enfrentamientos violentos en la frontera común, Tailandia y Camboya finalmente alcanzaron un acuerdo de paz que pone fin, al menos de forma temporal, a la escalada militar que dejó decenas de muertos y miles de desplazados.
La tregua entrará en vigor a partir de la medianoche del 28 de julio (hora local), luego de negociaciones urgentes celebradas en Malasia.
El anuncio fue hecho por el primer ministro malasio, Anwar Ibrahim, quien encabezó las conversaciones en Putrajaya, y contó con la participación directa de los jefes de gobierno de Tailandia y Camboya. Representantes de Estados Unidos y China también se sumaron al encuentro, en calidad de coorganizador y observador, respectivamente.
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¿Qué llevó al conflicto fronterizo?
Las tensiones entre Camboya y Tailandia se arrastran desde hace décadas, pero se intensificaron drásticamente el pasado 24 de julio, cuando estallaron enfrentamientos armados en zonas limítrofes. Según cifras oficiales, más de 30 personas perdieron la vida y al menos 168 mil habitantes fueron forzados a abandonar sus hogares.
La disputa territorial, acompañada de declaraciones cruzadas y acusaciones mutuas, generó preocupación internacional. Washington presionó con amenazas de retirar acuerdos comerciales si no se alcanzaba una tregua, mientras que Pekín alentó un acuerdo que evitara una crisis regional mayor.
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¿Qué se acordó en la mesa de negociación?
El pacto contempla un cese al fuego “inmediato e incondicional”, así como una reunión entre comandantes militares de ambos lados el próximo martes a las 07:00 h. También se planea convocar encuentros bilaterales con las tropas subordinadas y fuerzas afiliadas, bajo la coordinación de la presidencia de la ASEAN.
Además, el Comité General de Fronteras (GBC) se reunirá el 4 de agosto, con Camboya como sede, para dar seguimiento a los términos del alto al fuego y evitar futuros brotes de violencia.
Aunque el anuncio representa un respiro, la estabilidad en la región aún está en juego. El éxito del acuerdo dependerá de la implementación real del alto al fuego y del compromiso genuino de ambas partes.
El acuerdo de paz entre Tailandia y Camboya marca un momento clave para el sudeste asiático, pero los desafíos no han terminado. Las próximas semanas serán cruciales para comprobar si este entendimiento se consolida o si se trata solo de una pausa en un conflicto más profundo.