El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha intensificado sus acusaciones contra Barack Obama, al señalarlo como el principal responsable de lo que llamó "el crimen del siglo": la supuesta fabricación del caso sobre la injerencia rusa en las elecciones presidenciales de 2016.
Estas declaraciones surgen luego de que documentos recientemente desclasificados por la Oficina de Inteligencia Nacional fueran presentados como "pruebas abrumadoras" de una conspiración desde la Casa Blanca durante la administración de Obama.
Trump señala a Obama, Hillary Clinton y Joe Biden
A través de sus redes sociales, Trump acusó directamente a Obama de liderar una operación para desacreditar su victoria electoral frente a Hillary Clinton. En el mismo mensaje, también señaló a la entonces candidata demócrata y al exvicepresidente Joe Biden como cómplices. “El mismo Obama fabricó la farsa de Rusia, Rusia, Rusia. La corrupta Hillary, el dormilón Joe y muchos otros participaron en esto. ¡El crimen del siglo! Pruebas irrefutables. ¡Una amenaza grave para nuestro país!”, escribió el exmandatario.
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Aunque Trump no ofreció evidencia directa en su publicación, sus declaraciones coincidieron con las recientes acciones de la directora de Inteligencia Nacional, Tulsi Gabbard. La funcionaria se comprometió públicamente a llevar a la justicia a todos los implicados en lo que calificó como una “conspiración traicionera contra el pueblo estadounidense”.
Documentos desclasificados apuntan a la Administración Obama
El viernes pasado, Gabbard desclasificó documentos que, según afirmó, demuestran cómo el equipo de seguridad nacional de Obama promovió información falsa para vincular a Rusia con una supuesta interferencia electoral. Entre otras revelaciones, se menciona que altos funcionarios filtraron datos erróneos a medios como The Washington Post y que, inicialmente, la comunidad de inteligencia no percibía intentos de intervención por parte del Kremlin.
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Tras la victoria de Trump, sin embargo, la Casa Blanca habría solicitado una nueva evaluación centrada en las “herramientas” utilizadas por Moscú para influir en las elecciones. A pesar de estas acciones, en 2018 el Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes cerró su investigación sin hallar evidencia concluyente de injerencia rusa.
Desde entonces, el gobierno ruso ha negado sistemáticamente cualquier implicación, mientras que el presidente Vladímir Putin desestimó las acusaciones como “histeria” y cuestionó si Estados Unidos era una “república bananera” incapaz de proteger la integridad de sus elecciones.