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¿Por qué Robert Oppenheimer se arrepintió de crear la bomba atómica?

El nombre de este científico se hizo más famoso recientemente por la película basada en su vida, que se estrenó en 2023 y dirigida por Christopher Nolan.

Robert Oppenheimer, líder del Proyecto Manhattan y padre de la bomba atómica.
Robert Oppenheimer, líder del Proyecto Manhattan y padre de la bomba atómica. Créditos: Canva y Wikipedia Commons
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En días en que el tema nuclear está más presente que en años anteriores, recordamos a Robert Oppenheimer, el padre de la bomba atómica, que se arrepintió por su creación.

El nombre de este científico se hizo más famoso recientemente por la película basada en su vida, que se estrenó en 2023 y dirigida por Christopher Nolan.

Sin embargo, el hombre que lideró el Proyecto Manhattan fue real y fue vital en el desarrollo de las bombas que fueron lanzadas en Hiroshima y Nagasaki, durante la Segunda Guerra Mundial.

¿Por qué Robert Oppenheimer se arrepintió de crear la bomba atómica?

La historia de esta arma de destrucción masiva inició en la década de los años 30, con una carta enviada por el genio Albert Einstein al presidente de Estados Unidos,  Franklin Roosevelt, en agosto de 1939. 

En el texto se planteaba la posibilidad de la creación de una nueva bomba tan extremadamente poderosa y de tipo desconocido, que se basaría en los avances de la investigación sobre la fisión nuclear.

Aunque se pensaba que sería demasiado pesada para ser transportada vía aérea, aún existía el temor de que cayera en manos de Adolf Hitler.

Fue entonces que el presidente de EU puso en marcha el Proyecto Manhattan, con Robert Oppenheimer a la cabeza, y quien reclutaría a los mejores científicos de su época para resolver los diferentes problemas técnicos que representaba el arma.

El equipo de científicos trabajó bajo condiciones de confidencialidad, aislados en el pueblo de Los Álamos, que fue una localidad especialmente creada para quienes participaban en el proyecto.

El 16 de julio de 1945 se realizó la prueba definitiva de la bomba, así que Robert Oppenheimer, mandos militares y científicos, se ubicaron en un bunker a nueve kilómetros del sitio de impacto de la bomba, para ver el fruto de su trabajo.

Lo que primero fue descrito como un nervioso y demacrado Oppenheimer, pasó a ser un aliviado científico, cuando todo resultó como se esperaba y se alzaba un hongo de tierra y fuego sobre el cielo.

"Ahora me he convertido en la muerte, el destructor de mundos", se dice que fue la frase del texto hindú Bhagavad Gita, que cruzó por la mente del padre de la bomba atómica cuando todo ocurrió.

La preocupación y el alivió del triunfo volvieron días después, al hacer los arreglos finales previo a la detonación de las bombas en Hiroshima y Nagasaki, y su éxito final.

Aunque se dice que el líder del Proyecto Manhattan nunca se mostró arrepentido en público, el resultado de su trabajo en el desarrollo científico bélico, lo encerró en un dilema ético con el que tuvo que vivir el resto de sus días.

Tras la destrucción de las ciudades niponas, el científico dijo “los físicos hemos conocido el pecado”, marcando un momento en su vida, y el comienzo de su lucha para el uso pacífico de la energía nuclear. 

Robert Oppenheimer murió el 18 de febrero de 1967, aún arrastrando la culpa de ser el padre de la bomba atómica, hecho que demostró en su disputa con Edward Teller, científico que participó en el Proyecto Manhattan y quien fuera el inventor de la Bomba de Hidrógeno.